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El Gobierno de Venezuela se adjudicó una victoria en la OEA

El gobierno de Venezuela proclamó el miércoles como una victoria la declaración aprobada por la Organización de Estados Americanos (OEA) en apoyo a un diálogo para encontrar una solución a la profunda crisis que sufre el país petrolero.

“Venezuela logró victoria en la OEA al convocar Consejo Permanente para declaración en apoyo al diálogo, la Constitución y La Paz”, escribió en su cuenta de Twitter la canciller Delcy Rodríguez. “Esta victoria es un reconocimiento al gobierno constitucional del Presidente Nicolás Maduro y al sistema democrático de promoción de DDHH (derechos humanos)”, agregó la jefa de la diplomacia venezolana.

Rodríguez agradeció a los países “que respaldan” la “plena soberanía” de Venezuela y señaló que “sólo el gobierno de derecha de Paraguay se apartó del consenso en apoyo al diálogo” entre Maduro y la oposición, que impulsa una comisión de expresidentes a instancias de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).

El martes, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, convocó a una sesión urgente al invocar la Carta Democrática, un mecanismo para casos de ruptura del orden democrático, lo que el gobierno de Maduro consideró una “injerencia” y una estrategia para provocar una intervención de Estados Unidos.

Pero la OEA adoptó este miércoles una declaración conciliatoria en apoyo a un “diálogo abierto” entre el gobierno y la oposición, propuesta por Argentina y en la que la delegación venezolana logró incluir una mención a que las iniciativas de mediación se realicen en “pleno respeto a la soberanía” del país sudamericano.

 

Aumenta la presión por el revocatorio contra Maduro

La oposición venezolana exigió este miércoles a las autoridades electorales acelerar un referendo revocatorio contra Nicolás Maduro para evitar un estallido social, en momentos en que la Organización de Estados Americanos (OEA) discute la grave crisis en el país petrolero.

Una comisión de diputados de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), mayoritaria en el Parlamento, entregó ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), al que acusa de aliado del chavismo, un documento para exigirle que fije las normas y fechas de los pasos para convocar el referendo. “Exigimos a las autoridades electorales que se pongan a tono con la historia, con el sufrimiento del pueblo y liberen las barreras que impiden que el referendo sea este año”, dijo el vicepresidente parlamentario, Enrique Márquez, quien encabezó la misión legislativa.

En tanto, ante miles de jóvenes socialistas concentrados en las afueras del Palacio de Miraflores, Maduro convocó este miércoles a grandes movilizaciones en todo el país contra el secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, quien convocó a sesión urgente para tratar el caso de Venezuela, pedido que había hecho la oposición de ese país.

“¡Almagro go home! Derrotemos al imperialismo y al intervencionismo”, gritó Maduro. “El imperialismo norteamericano”, por gestión de la OEA y de la oposición del país, busca intervenir en Venezuela, arengó.

Maduro anunció que demandará judicialmente a la directiva del Parlamento y los diputados que pidieron a la OEA aplicar la Carta Democrática, por “usurpación de funciones” y “traición a la patria”.

“Eso no nos preocupa. La OEA está discutiendo el caso de Venezuela y eso es satisfactorio. Hay pronunciamientos en el mundo a favor de un proceso de transición pacífica, que incluye el referendo”, afirmó Márquez.

Para la oposición, el tiempo apremia. Si el referendo se hace antes de 2017, cuando se cumplen cuatro años del mandato, y Maduro pierde, se debe llamar a elecciones. Si ocurre el próximo año, sería sustituido por el vicepresidente, nombrado por el gobernante.

Pero el proceso es engorroso. El jueves apenas concluye la revisión de 1,8 millones de firmas que le entregó la oposición hace un mes para activar el referendo. Luego deberán ser validadas con huella dactilar y recoger otras cuatro millones de rúbricas para convocar la consulta.

Según la encuestadora Datanálisis, 70% de los venezolanos apoya un cambio de gobierno. Para revocar el mandato de Maduro, se necesita más de los 7,5 millones de sufragios con que fue elegido en abril de 2013.

A la presión internacional y de la oposición se suma el malestar popular ante el agravamiento de la escasez de alimentos y medicinas, y el costo de la vida. El país petrolero tiene la inflación más alta del mundo: 180,9% en 2015 y proyectada por el FMI en 700% para 2016.

“El pueblo venezolano no se calará (aguantará) que se manosee el revocatorio y se atrase para el interés del gobierno (…) porque es la única válvula de escape que tiene”, subrayó Márquez.

 

Fuente: Noticias Argentinas

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