Ordenaron identificar los movimientos de Cristina durante la muerte de Nisman

La jueza de instrucción Fabiana Palmaghini ordenó identificar los teléfonos celulares y fijos que utilizó la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner antes y después de la muerte del fiscal Alberto Nisman, ocurrida el 18 de enero de 2015. Lo hizo ante un pedido de Pablo Lanusse, el abogado que representa a Sara Garfunkel, madre de Nisman; y su hermana Sandra.

La jueza firmó una “orden de presentación” para que la Secretaría General de la Presidencia, la Jefatura de Inteligencia del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas y las compañías de telefonía celular aporten “los abonados de telefonía celular que fueran asignados durante el período comprendido entre el 1 de diciembre de 2014 y el 2 de marzo de 2015, tanto por el Poder Ejecutivo como por la Agencia Federal de Inteligencia (AFI)”.

El pedido va más allá de la expresidenta y abarca al excanciller, Héctor Timerman; al exjefe de Gabinete, Aníbal Fernández; al exjefe del Ejército, César Milani; al exsecretario de Seguridad Nacional, Sergio Berni; al exdirector de la AFI, Oscar Parrilli; su entonces segundo, Martín Mena; a los dirigentes de “La Cámpora”, Andrés Larroque (diputado nacional) y José Ottavis; al dirigente de la comunidad iraní, Alejandro Yusuf Khalil; el exjuez y abogado Luis Irimia; el dirigente Luis D’Elía; y el líder de Quebracho, Fernando Esteche.

Cristina, Timerman, Larroque, Khalil, Irimia, D’Elía y Esteche habían sido acusados por el fiscal Alberto Nisman el 14 de enero de 2015, cuatro días antes de su muerte, de ser parte de una trama de encubrimiento de la investigación del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA).

Por otra parte, la jueza requirió los registros escritos y de cámaras de seguridad de ingreso y egreso de la quinta presidencial de Olivos entre el 11 y el 20 de enero de 2015, a fin de evaluar tanto los movimientos de la exmandataria como de sus visitas. Días atrás trascendió que al registro que lleva adelante la Agrupación Seguridad de Inteligencia de la Presidencia de la Nación le faltan las hojas con las entradas y salidas de los días 15 al 19 de enero de 2015.

Además, la jueza reclamó las filmaciones de los movimientos en el interior de la quinta presidencial de Olivos durante esa fecha, tanto en espacios abiertos como en el interior de los edificios que componen la residencia oficial de los jefes de Estado.

La medida para identificar los teléfonos es un paso previo a lo que se presume será la orden de un entrecruzamiento de las distintas líneas atribuidas a cada una de las personas mencionadas en el oficio de la jueza.

La causa por la muerte de Nisman estuvo desde su inicio a cargo de la fiscal Viviana Fein y luego la jueza Palmaghini asumió la conducción del caso, pero finalmente se declaró incompetente y giró el expediente a la Justicia Federal. No obstante, la competencia aún no está definida pues la Cámara Nacional de Casación Penal decidió que el expediente vuelva a manos de Palmaghini y definirá en el futuro la Corte Suprema de Justicia tras las apelaciones de las partes.

 

Fracasó la mediación entre Cristina y Feinmann

Eduardo Feinmann

La mediación entre la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el periodista Eduardo Feinmann concluyó el miércoles sin acuerdo entre las partes y se encamina hacia una demanda, luego que el conductor televisivo la llamara “coimera”.

Sin verse las caras y en una mediación similar a la que esta semana protagonizaron Cristina y la diputada Margarita Stolbizer, el periodista y la exmandataria no llegaron a un acuerdo. “No hubo mediación, no quiso estar conmigo. No me quiso ver cara a cara. Me dio mucha pena que no esté. Estuvo en otra sala”, señaló el conductor televisivo tras la audiencia.

Cristina Kirchner evitó dialogar personalmente con Feinmann y en cambio su abogado, Gregorio Dalbón, fue quien realizó el reclamo por daños y perjuicios luego de que en el programa televisivo “Animales Sueltos” Feinmann tildara de “coimera” a la exmandataria.

La mediación fue en ámbitos separados, y el periodista Feinmann, estuvo representado por el abogado Roberto Ribas, quien propuso que todos se reunieran en un mismo salón para debatir sobre el planteo de la expresidenta. Pero Dalbón expresó que Cristina no tenía intención de cruzarse con la contraparte, por lo que la mediadora María Etelvina Notari dio por cerrado el acto.

De esta manera, Feinmann no se retractó y ahora quedó abierta la posibilidad de que la expresidenta inicie la demanda civil por “daños y perjuicios”.

A la salida del encuentro llevado a cabo en una oficina del barrio porteño de San Nicolás, Feinmann anticipó que también demandará a la exjefa de Estado “por daños y perjuicios y daño moral por la falsa imputación”. “Ella me está acusando falsamente. Está acusada de dádivas en dos causas muy complicadas, como son Hotesur y Los Sauces. Dádivas significa coimas”, indicó el periodista acusado por la dirigente opositora de haberla tildado de “coimera”.

Y concluyó: “Ojalá la Justicia finalmente demuestre que ella no recibió una coima. Me daría mucha vergüenza y pena por la República que una expresidenta, votada dos veces por la gente, haya recibido una coima”.

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