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Trump endureció los términos del acercamiento a Cuba

El acercamiento entre Estados Unidos y Cuba luego de más de 50 años de ruptura de relaciones era uno de los principales legados del ex presidente Barack Obama. Trump comenzó ahora a poner trabas y el flujo comercial y turístico podría interrumpirse una vez más.

El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció este viernes el fin del acuerdo “unilateral” de su predecesor Barack Obama hacia Cuba, prohibió hacer negocios con los militares en la isla y prometió apoyar al pueblo cubano en su lucha contra su “brutal” gobierno. “A partir de ahora, estoy cancelando completamente el acuerdo unilateral con Cuba”, dijo Trump en un pequeño teatro en la Pequeña Habana de Miami, al anunciar a los cubanos que viven allí sus modificaciones en la política de Washington hacia La Habana.

“No queremos que los dólares estadounidenses vayan a parar a un monopolio militar que explota y abusa a los ciudadanos de Cuba (…) y no levantaremos las sanciones hasta que se liberen los presos políticos”, prometió Trump.

Las cerca de 1.000 personas que colmaban el teatro Artime ovacionaron de pie al presidente, le gritaron “te quiero” y le cantaron el “cumpleaños feliz” -recordando que Trump cumplió 71 años el miércoles.

Principalmente, la nueva política impide cualquier transacción financiera con el Grupo de Administración de Empresas (GAESA), un holding estatal cubano que de acuerdo con Washington beneficia directamente a altos jefes de las Fuerzas Armadas.

Ramón Saúl Sánchez, líder del moderado Movimiento Democracia que aboga por el levantamiento del embargo, aseguró que está “de acuerdo con este punto, porque desgraciadamente la economía cubana está tomada por los militares, que son una mafia”.

Trump también fijó medidas más estrictas para controlar que los estadounidenses que viajen a la isla lo hagan, en efecto, en el marco de las 12 categorías ya implementadas por Obama, ninguna de las cuales incluye el turismo.

Pero las relaciones diplomáticas se mantienen y los cubanos conservan su derecho de viajar y enviar remesas.

Esta nueva política no revierte en los hechos el acercamiento iniciado por Washington y La Habana en diciembre de 2014, sino que endurece sus términos.

Trump ganó las elecciones en gran parte gracias al voto de los votantes de Florida, en el que tuvo un papel crucial el apoyo de los cubanoestadounidenses.

Se ganó su favor cuando, antes de las elecciones, visitó Miami y prometió dar marcha atrás a algunos aspectos de la política de Obama, quien según los cubanos americanos no fue suficientemente duro al exigir a Cuba un mayor respeto a los derechos humanos como condición a la apertura comercial.

Uno de los mayores legados políticos del anterior presidente, Barack Obama, fue la apertura de las relaciones diplomáticas con La Habana en 2015, tras medio siglo de ruptura y desconfianza. Desde entonces, Washington ha estado abriendo un incipiente flujo de intercambio comercial y permitió que los estadounidenses viajen dentro de 12 categorías, entre ellas el “contacto pueblo a pueblo” o el “intercambio cultural”.

Ahora, bajo el nuevo Memorándum Presidencial de Seguridad Nacional, el Departamento del Tesoro auditará tales justificaciones para viajar, cuando antes el viajero sólo tenía que dar su palabra.

El endurecimiento de la restricción a los viajes fue criticado por el embajador de Cuba en Washington.
“Ya es oficial: estos son los nuevo enemigos de la política exterior estadounidense. Cuídense!”, escribió José Ramón Cabañas en Twitter, junto a una fotografía de turistas paseando en La Habana. Más de un cuarto de millón de estadounidenses visitó la isla en los primeros cinco meses de 2017, lo que representó un crecimiento de 145% frente a igual período de 2016, informó el miércoles un portal cubano citando fuentes oficiales.

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