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“Jueves de Compadres”, a una semana del desentierro del Carnaval jujeño

Albahaca, talco, serpentina, papel picado, y el tradicional picante de pollo “bien regado”, fueron los protagonistas del “Jueves de Compadres”, que anticipa el ingreso a la recta final para los festejos del carnaval. Todavía falta que las comadres celebren su día, y de ahí en mas se da rienda suelta a la alegría con el desentierro del pujllay.

En distintos los puntos distintos puntos cardinales de la provincia grupos de amigos, comparsas, agrupaciones tradicionalistas, fueron quienes impulsaron el momento de encuentro que arrancó al mediodía del jueves y que, en la gran mayoría de los casos, se extendió hasta altas horas de la madrugada del viernes.

El festejo se dio entre hombres y mujeres, compadres y comadres, que fueron más allá con el lazo de la amistad y se convirtieron en padrinos, extendiendo así el cariño mutuo a sus hijos.

Hacia el mediodía, ya con la mayoría de los compadres reunidos en los locales, compartieron un almuerzo típico de platos con “picante” de pollo, acompañados de chuño (papas disecadas cocidas) y arroz, además de una sopa de maní o en su defecto una sopa “majada” con carne de cordero.

“Esta es una fiesta lejana en el tiempo donde se impone el hombre como tal con su responsabilidad al trabajo y a la continuidad de la vida” a través de los ahijados, dijo a la prensa local el poeta y músico quebradeño Fortunato Ramos.

En esta jornada “seguramente el compadre, que vive en los cerros como en la profundidad de la Puna o en las cumbres de la Quebrada, visita a su par y le lleva un canatarito con chicha y le invita a su encuentro”, señaló.

Los instrumentos como el erkencho y la caja “se van templando hoy”, porque “hay que ir preparándose para la fiesta grande del carnaval”, afirmó el poeta a nueve días del desentierro del diablo, no sin antes lamentar las penas que padecen los hombres del lugar.

Ramos dijo que el encuentro también vale para agradecer a la Pachamama y agregó: “los compadres se tienen que juntar para hablar de sus tareas y trabajo, que es la prosperidad, para que hablen del presente del ahijado y hagamos nuestro compromiso real y por lo que pase después que no estemos en esta tierra”.

“Seremos compadres en esta vida y en la otra y nos respetaremos siempre por el bien del ahijado”, refrendó Ramos en referencia al dicho que reivindican principalmente las comadres cuando les toca festejar su encuentro.

Entrada la tarde se podía ver el agrupamiento de rondas de copleros, en las que uno lleva la voz cantante y los demás hacen coro de los reversos picarescos de las espontáneas coplas.

En otros lugares también comenzaban las filas de baile al son de sayas, taquiraris, zambas y bailecitos para luego pasar a ritmos tropicales, cuartetos y otros géneros populares.

Con el jueves de compadres se crea un sendero que lleva a la llegada del carnaval, en siete días las comadres celebrarán su día con la misma o más intensidad, en lo que constituye una de las costumbres más consolidadas en Jujuy.

El 10 de febrero la provincia se vestirá de fiesta y color para dar rienda suelta a los festejos carnestolendos que convocan a miles de personas entre simpatizantes de cada comparsa, visitantes del país y del exterior.

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