Trump amenaza a los países centroamericanos para que frenen una multitudinaria caravana de migrantes

El presidente Donald Trump amenazó ayer a Honduras, Guatemala y El Salvador con cortar la ayuda estadounidense a esos países, si no frenan una caravana de miles de migrantes que salieron el fin de semana de San Pedro Sula, Honduras, con destino a Estados Unidos.

“Hoy le informamos a los países de Honduras, Guatemala y El Salvador que si permiten que sus ciudadanos, o terceros, crucen sus fronteras y lleguen a Estados Unidos, con la intención de entrar ilegalmente al país, ¡todos los pagos hacia ellos se TERMINAN (FIN)!”, .

Por la mañana ya había advertido a Honduras, desde donde salió este fin de semana la caravana, que si el grupo no era frenado, iba a cortar los fondos para ese país.

“Estados Unidos informó con firmeza al presidente de Honduras que si la gran caravana no es frenada y llevada de vuelta a Honduras, no habrá más dinero ni ayuda, con efecto inmediato”, en referencia a un plan de entregar casi 66 millones de dólares en 2019.

El sábado, un grupo de más de 2000 hondureños comenzaron una caminata en San Pedro Sula, 180 km al norte de Tegucigalpa, hacia la frontera con Guatemala para llegar a Estados Unidos, una ruta de 2000 kilómetros plagada de obstáculos y peligros.

Trump advirtió que cualquier persona que entre ilegalmente en Estados Unidos va ser arrestada y detenida, antes de ser enviado de vuelta a su país.

Según los medios locales de Guatemala, en la tarde del lunes la caravana de migrantes logró cruzar la frontera y entrar en la localidad de Esquipulas.

La vocera del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Katie Waldman, dijo que las noticias de la caravana son el resultado de los conocidos vacíos legales en los mecanismos para detener y luego liberar a los migrantes.

“Como lo hemos dicho y repetido, hasta que el Congreso actúe, vamos a seguir teniendo fronteras abiertas de facto que garantizan futuras ‘caravanas’ y cifras récord de familias que entran ilegalmente a nuestro país”, afirmó Waldman en un comunicado.

La violencia en Centroamérica empujó a familias enteras, y en muchos casos a chicos solos, a huir emprendiendo el peligroso viaje hacia Estados Unidos.

“Una caravana es una forma que tienen los migrantes de agruparse para salvaguardar su propia seguridad”, explicó Clara Long, investigadora de la organización Human Rights Watch, que destacó que el corredor por Centroamérica es una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo.

Ayer, un grupo de organizaciones sociales de Guatemala pidieron al gobierno de su país que garantice los derechos de los migrantes, después de que el lunes las autoridades anunciaran que iban a prohibir el ingreso de personas que no cumplieran con los requisitos legales.

“Es responsabilidad del gobierno de Guatemala la seguridad y la integridad de las personas que se encuentran en su territorio”, detalló un comunicado emitido por 18 organizaciones, entre ellas la Mesa Nacional para las Migraciones en Guatemala y la Pastoral de Movilidad Humana.

El gobierno de México también anunció que frenará el paso de los migrantes que no cumplan con la legislación. Pero el estado de Chiapas, en la frontera con Guatemala, aseguró que su territorio “tendrá las puertas abiertas para los migrantes centroamericanos”.

Más de 500.000 personas cruzan clandestinamente la frontera sur de México cada año en su intento por llegar a Estados Unidos, según datos de Naciones Unidas.

La semana pasada el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, participó junto a sus homólogos de Guatemala y El Salvador en la Segunda Conferencia sobre la Prosperidad y la Seguridad en Centroamérica en Washington.

Washington otorga ayuda a estos países para la seguridad y el desarrollo, con el objetivo de frenar la migración.

La oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en estos tres países centroamericanos expresó su preocupación por la situación de las personas que integran la caravana, cifrando en 3000 los migrantes que la componen.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) Luis Almagro, llamó a respetar “los derechos y la seguridad de los integrantes de caravana de migrantes hondureños, así como investigar el posible involucramiento de traficantes de personas”.

En este sentido, Long recordó que cada uno de los países tiene la obligación de darle una audiencia justa a las personas que soliciten protección.

Más de un millón de hondureños reside en Estados Unidos, la mayoría, indocumentados. El año pasado inyectaron 4.000 millones de dólares en remesas a la economía de su país, equivalentes al 20% del producto bruto interno (PBI).

FUENTE: LaNación.com

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