Semana de protestas y huelgas por la reforma laboral en Francia
Francia inició el martes una tensa semana de huelgas y manifestaciones contra la reforma laboral del gobierno socialista del presidente François Hollande, que volvió a defender afirmando que no cederá a la presión.
A menos de un mes de la Eurocopa de fútbol en Francia, han sido también anunciadas huelgas desde el miércoles en la empresa estatal de ferrocarriles SNCF, donde unas reivindicaciones internas su suman al rechazo a la reforma laboral, y acompañan a estibadores, marinos, carteros y trabajadores de los aeropuertos de París.
El jueves, también se esperan conflictos en el transporte aéreo por la movilización para los controladores aéreos.
“Cuando no se nos escucha, hay que intentar hacerse oír”, había advertido el lunes Philippe Martinez, líder del mayor sindicato francés, CGT. Convocadas por las secciones de transportes de los sindicatos FO y CGT, las medidas de los camioneros afectaron este martes varias localidades del oeste del país.
Desde las 06:00 (hora local) unas 3.000 personas paralizaron el gran puerto de Le Havre (noroeste) y sus zonas portuaria e industrial. También se habían instalado una quincena de piquetes en la autopista, según fuentes sindicales. En Rennes (oeste) se produjo una operación tortuga iniciada por una decena de vehículos, y hubo bloqueos previstos en Caen y en Lorient, así como varias manifestaciones a lo largo del día.
Los sindicatos de transportistas temen posibles recortes salariales por la reforma de la ley de trabajo, que prevé la posibilidad de que un acuerdo de empresa reduzca el pago de las horas extra a un 10% más, en lugar del 25% suplementario actual.
“No cederé”
El descontento social se expresa también en la calle. En París se convocó a una marcha para el martes en el centro de la capital, y lo mismo ocurrió en otras ciudades de Francia.
Para los sindicatos, el objetivo es reactivar el movimiento de protesta iniciado hace una semanas, pero que decayó la pasada, con 55.000 manifestantes contra 390.000 (1,2 millones en todo el país, según los sindicatos) el 31 de marzo.
Los sindicatos piden una retirada total del proyecto de ley de reforma laboral. Tras ser debatido en junio en el Senado, volverá a la cámara baja, para una adopción definitiva prevista antes de fines de julio.
El presidente francés, François Hollande, aseguró el martes que no dará marcha atrás en esta reforma laboral promovida por su gobierno, pese a las protestas en la calle y la oposición de un sector de los propios parlamentarios socialistas. “No cederé”, dijo Hollande a la radio Europe 1. Esta ley “va a ser adoptada porque ha sido debatida, concertada, corregida y enmendada”, aseguró.
Pero el gobierno socialista francés parece políticamente débil a menos de un año de la elección presidencial, y el presidente Hollande es acusado de renegar de sus promesas electorales y de haber optado desde hace dos años por una vía “social-liberal”. Hollande, que según los sondeos tiene índices de popularidad por los suelos, reiteró el martes que esperará “hasta diciembre” para anunciar si vuelve a ser candidato en la elección presidencial de abril-mayo de 2017.
Durante su entrevista a la radio este martes, Hollande se mostró combativo, usó un tono de presidente-candidato y repitió que “las cosas van mejor para Francia”, pese a que casi nueve de cada diez franceses no opinan lo mismo. El jefe de Estado francés, en el cargo desde 2012, dijo que “no hay alternativa” creíble a la izquierda. “Si yo no… Si la izquierda no vuelve a ganar, ganarán la derecha o la extrema derecha”, afirmó, en un lapsus revelador de su intención de volver a ser candidato.
Según un sondeo publicado el lunes, 86% de los franceses creen que las cosas no van mejor para Francia, aunque una corta mayoría de entrevistados (51%) sí cree que la situación “es mejor” para ellos.
Fuente: Noticias Argentinas