Implantes mamarios: ¿Pueden causar cáncer?
En respuesta a estudios difundidos que analizan la relación entre implantes mamarios y un raro tipo de cáncer, especialistas de la Sociedad Argentina de Mastología despejan dudas.
La cirugía de aumento mamaria es uno de los procedimientos más realizados por las mujeres en el mundo: según las estadísticas más recientes de la American Society for Aesthetic Plastic Surgery (ASAPS), es el segundo tratamiento quirúrgico más elegido, detrás de la liposucción, y sólo en EEUU durante 2016 se realizaron 310.444 operaciones.
Esta tendencia, que también se refleja en nuestro país, explica el gran nivel de preocupación que se suscita en la población cuando se publican informes que asocian el uso de implantes mamarios con el riesgo de desarrollar cáncer, tal como sucedió hace pocos días: “Se difundieron estudios que analizan una posible asociación entre implantes mamarios y los Linfomas Anaplásticos de Células Grandes (ALCL). En primer lugar, y para traer tranquilidad a todas aquellas mujeres que se han sometido a este procedimiento -ya sea con fines cosméticos o reconstructivos- lo fundamental es saber que esta rara variedad de linfoma (ALCL) asociado a implantes mamarios es una neoplasia estadísticamente de extremada baja frecuencia en la actualidad (0.0003%), habiéndose publicado a la fecha en todo el mundo aproximadamente 359 reporte de casos. En nuestro país hay sólo uno reportado con diagnóstico y otro en reciente estudio para su confirmación”, explica el Vicepresidente de la Sociedad Argentina de Mastología (SAM) y especialista en Cirugía Plástica, doctor Eduardo González.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el linfoma anaplásico no es un cáncer de mama o del tejido mamario sino un tumor del sistema linfático pero que en muy raras circunstancias en presencia de implantes mamarios puede desarrollarse adyacente al implante en el tejido que lo rodea. “Las evidencias reales derivadas de la literatura científica no permiten establecer ninguna asociación estadísticamente significativa entre el desarrollo de BI-ALCL y cualquier característica de implante, del paciente o de la cirugía. Es decir, esta situación no está claramente asociada a ningún implante en particular de acuerdo a los reportes de casos que siempre fueron o de situaciones aisladas o de pocas pacientes, y tampoco se registra evidencia cierta de la influencia que la superficie del implante (rugosa o lisa) o el contenido (gel de silicona o solución salina) tienen sobre esta patología”, detalla el mastólogo y agrega: “Linfomas similares han sido reportados también en los tejidos que rodean a implantes dentarios y marcapasos.”
Maria Cecilia Foncuberta, médica hematóloga del Instituto Alexander Fleming, coincide con el doctor González en que “la probabilidad de desarrollo de un linfoma anaplásico de células grandes en pacientes que han recibido un implante mamario es extremadamente baja, 1 caso cada 500.000 – 3.000.000. Los linfomas son tumores de los ganglios linfáticos y en algunos casos pueden desarrollarse en otras localizaciones, pero tal como afirma la FDA (Food and Drug Administration) el riesgo absoluto de desarrollo de este linfoma de la mama resulta extremadamente bajo por lo que no deberían generar temores en relación al procedimiento de colocación de implantes mamarios, ya sea con fines reconstructivos o cosméticos.”
Los especialistas recuerdan que para poder detectar esta enfermedad de manera temprana, cuando es de muy buena evolución y pronóstico con el tratamiento adecuado, es indispensable que las mujeres realicen sus controles de manera periódica: “A pesar del bajo riesgo, las pacientes con prótesis deben seguir su rutina de controles clínicos mamarios con el mastólogo y realizarse los estudios habituales (mamografía, ecografía, resonancia magnética) al igual que aquellas que no tienen implantes, y en caso de síntomas como hinchazón, formación de líquido (seroma) o alteración brusca de la forma y/o el tamaño, consultar inmediatamente al profesional para descartar la afección”, recomienda González.
En el párrafo final de su último reporte (Joint ASPS & ASAPS Statement on Breast Implant-Associated ALCL) la FDA y el Instituto de Medicina de Estado Unidos (OIM) ratifican que “los implantes mamarios no afectan la salud de las mamas ni causan cáncer de mama y la evidencia científica continúa apoyando que las prótesis autorizadas por la FDA tienen una razonable seguridad y eficacia en sus objetivos cosméticos o reconstructivos”. En línea con estas conclusiones, los especialistas enfatizan la importancia de los controles mamarios de rutina y buscan tranquilizar a todas aquellas mujeres y sus familias sobre la seguridad de estas cirugías: “Siempre que se realicen por profesionales médico certificados, en espacios habilitados para tal fin que garanticen la higiene y seguridad requerida para este tipo de procedimientos quirúrgicos, y con productos de calidad aprobados por ANMAT y FDA, las mujeres no deben preocuparse, sino ocuparse de su salud mamaria, visitando periódicamente al mastólogo”, afirma el profesional.
Asesoramiento:
Dr. Eduardo González – MN 52526 – Vicepresidente de la Sociedad Argentina de Mastología – Jefe Departamento de Mastología – Instituto de Oncología “Angel H. Roffo” (Universidad de Buenos Aires).
Dra. María Cecilia Foncuberta – MN 69815 – Medica Hematóloga – Servicio de Hematología Instituto Alexander Fleming.