La fuerza de Macron ganó la mayoría absoluta de la Asamblea Nacional
La República en Marcha, el partido del presidente francés, Emmanuel Macron, terminó de demostrar su fuerza imparable al ganar la mayoría absoluta de la Asamblea Nacional en la segunda vuelta de unas elecciones legislativas marcadas por una abstención récord, según las primeras proyecciones de voto difundidas por los medios franceses tras el cierre de los comicios.
Según estas primeras proyecciones, el oficialismo de Macron y su aliado de centro, el MoDem, obtendrían entre 352 y 360 bancas -muy por encima de los 289 que necesita para dominar la cámara-, mientras que la alianza entre los conservadores -Los Republicanos- y sus socios centristas de la UDI se alzarían con 125 diputados.
Mucho más lejos se ubicaría el oficialismo saliente del Partido Socialista con 49 asientos. La derrota fue tal que inmediatamente después de conocerse las primeras proyecciones, el líder de la fuerza, Jean-Christophe Cambadélis, anunció su renuncia y adelantó que el partido quedará a cargo de una conducción colegiada.
“Hay que construir una nueva oferta política de izquierdas para contrarrestar el neoliberalismo y el nacionalismo. (…) Los franceses han elegido dar una oportunidad al presidente y no han dejado opciones a sus adversarios. Tiene todo el poder. Pero su triunfo esconde un lado artificial (…) porque su imponente mayoría no refleja la realidad social del país”, advirtió desde la sede parisina del PS, según la agencia de noticias EFE.
Aún por detrás de los socialistas se encontraría la principal fuerza de izquierda del país, La Francia Insumisa, con 30 bancas, y el mayor partido de extrema derecha, el Frente Nacional, con apenas ocho diputados, entre ellos su presidenta y ex candidata al Palacio del Elíseo, Marine Le Pen.
Con estas proyecciones, Benjamin Griveux, el vocero de la República en Marcha y candidato por Paris, no dudó en salir a festejar por televisión.
“Tenemos una mayoría clara que se expresó, una mayoría con socios. Habrá una mayoría con una oposición. Eso es una buena noticia”, aseguró el dirigente del nuevo oficialismo de Macron en la emisora TF1.
En tanto, Francois Baroin, el jefe de Los Republicanos, también se apuró para reivindicarse como “la primera fuerza de la oposición”.
“Pese a la fuerte abstención, los franceses quisieron dar una mayoría neta al presidente de la República. El veredicto de las urnas es claro. Le dirijo mis felicitaciones más republicanas al presidente”, afirmó el ahora líder opositor.
El principal líder de la izquierda y jefe de la plataforma La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, también destacó la contundencia de los resultados.
“Es una victoria aplastante. Sin embargo, dentro de este contexto también hay buenas noticias. La primera es la abstención aplastante, que se expresó hoy con un significado político ofensivo. Nuestro pueblo entró en una forma de huelga general cívica”, sentenció el dirigente en una entrevista televisiva.
Por su parte, Le Pen tampoco disputó las cifras de las proyecciones, festejó que su fuerza aumentó el número de diputados y lanzó una clara advertencia a la nueva mayoría oficialista.
“Si el gobierno de Macron dispone de una mayoría muy fuerte, debe saber que sus ideas son sin dudas minoritarias en el país. Nosotros seremos los voceros de millones de franceses fieles a su historia y el sostén de los más débiles”, afirmó la líder de extrema derecha y ahora diputada electa en una entrevista televisiva, citada por el diario Le Monde.
Le Pen citó como la gran debilidad del nuevo oficialismo “la abstención, que batió nuevos récords históricos”.
Como pronosticaban los sondeos en los últimos días, la fuerza de Macron se benefició de un creciente clima de desmovilización de los votantes, a casi dos meses de una primera vuelta presidencial marcada por la polarización y la tensión con una cada vez más popular extrema derecha.
La segunda vuelta de las elecciones legislativas de Francia estuvo marcada por una alta abstención y las autoridades electorales de la potencia europea ya adelantaron que podría romper un récord.
A menos de un mes y medio de la victoria presidencial de Macron, esta segunda vuelta legislativa definió cómo estará compuesto el Parlamento durante los próximos años y, en consecuencia, garantizó al nuevo mandatario que tendrá un gobierno afín que acompañe sus proyectos de reforma y promesas de campaña.