Para el 2020 las enfermedades relacionadas con la nutrición serán la principal causa global de mortalidad
La Argentina está atravesando un proceso de transición nutricional caracterizado por cambios en la alimentación y modificaciones en el estilo de vida, afectados por las condiciones socio económicas de las últimas décadas. Esta transición pone hincapié en el notable aumento de sobrepeso y obesidad resultado de la globalización, debido al consumo masivo de alimentos industrializados.
“Dentro de los cambios de hábitos alimentarios que más se destacan encontramos el consumo de alimentos procesados y ultraprocesados, alimentos ricos en sal, carbohidratos simples y azúcares refinados, entre otros. Este exceso de peso está determinado a su vez por la disminución de la actividad física debido a estilos de vida más sedentarios, producto del uso masivo de la tecnología y de la urbanización. Un claro ejemplo es la disminución de actividades recreativas y deportivas en los más chicos, reemplazados por la televisión y los videos juegos”, afirma Rocío Emme, Nutricionista con Orientación Clínica.
Desde la Organización Mundial de la Salud alertan sobre esta problemática creciente debido al alto porcentaje de consumo de alimentos baratos y ricos en calorías, como por ejemplo los lugares de comidas rápidas
Desde la Organización Mundial de la Salud surge el concepto de obesidad como epidemia global, siendo ésta la primera enfermedad crónica no transmisible (ECNT) considerada epidemia, generando un importante impacto a nivel de la salud pública. Las enfermedades crónicas no trasmisibles, es decir enfermedades de larga duración con evolución generalmente lenta entre ellas la diabetes, las enfermedades cardiovasculares como la hipertensión y el cáncer son una de las principales causas de muerte en la Argentina, donde la dieta representa uno de los factores de riesgo más importantes.
El patrón alimentario de la Argentina está representado por alimentos ricos en grasas y azúcares, elevado consumo de carnes y cereales, como pan y productos de panadería y pastelería y déficit de frutas y verduras. Sumado a esto, encontramos una fuente importante de azúcar a través de las bebidas azucaradas, responsables de éstos excesos de peso.
Hoy en día, existe un porcentaje alto de consumo de alimentos baratos y ricos en calorías. En contra posición a esto, actualmente también se observa entre los adolescentes un auge de la cultura “fit”, caracterizado por el consumo de carnes magras, huevos, frutas, verduras y cereales integrales, con diminución de grasas saturadas y azucares refinados, y la realización de actividades físicas que impliquen un importante gasto de energía.
Debido a estas dos posturas es importante orientar a la población a realizar una alimentación variada, promoviendo hábitos saludables, con cambios alimentarios y realización de actividad física diaria para que repercutan en su salud favorablemente y disminuya el porcentaje de las ECNT.