Sociedad

¿Qué tiene en la cabeza un terraplanista? Los que creen que la Tierra es plana

Un referente del movimiento en la Argentina explicó los pilares de la teoría que patea el globo terráqueo y lo saca del centro de nuestro sistema de creencias.

“No somos religiosos, no creemos en las tortugas que sostienen al mundo y el tema es un poco más complejo de lo que parece”, sentenció Iru Landucci en su charla con minutouno.com a propósito del terraplanismo, la teoría que rechaza que el planeta es una esfera que gira alrededor del sol.

En marzo, el movimiento tendrá su primer evento en la Argentina en Colón, provincia de Buenos Aires, y su afiche se volvió viral por lo estrambótico que resultó para el público general.

Landucci, de 37 años, trabaja hace 20 en un estudio de animación por computadora en La Plata pero de un tiempo a esta parte se abocó a la teoría. “El terraplanismo es un cuestionamiento al modelo cosmológico del Big Bang y el heliocentrismo”, explicó como conocedor autodidacta de la teoría, para quien “científicamente jamás se demostró que la Tierra rote alrededor del sol”.

Sin rotar sobre su eje ni trasladarse alrededor del sol, la Tierra según los terraplanistas es como una tabla que tiene una fuente de luz que cambia de posición sobre la superficie y de ese modo da lugar al día y la noche. Las estaciones dependen del analema, es decir, de la figura en forma de ocho que describe el astro en el cielo si se lo mira todos los días del año desde el mismo lugar.

En el modelo terraplanista “todo es más pequeño, reducido y gira en torno a nosotros”, apuntó Landucci. Los seguidores de esta teoría se inclinan por la tradición que mantenían pueblos tan antiguos y distantes como mayas, navajos y egipcios de que el mundo es “un disco plano rodeado por hielo cubierto por una cúpula donde el sol y la luna giran sobre nuestras cabezas, y más allá está el firmamento con las estrellas”, según describió el autodidacta.

Pero de un siglo a esta parte surgió una visión distinta que según Landucci no fue inocentemente instalada. “Nosotros somos la única generación a la que convencieron sin ningún tipo de comprobación de que la Tierra gira alrededor del sol. El debate científico se calmó un poco cuando la Nasa mostró la única fotografía oficial de la supuesta esfera terrestre que está sacada con el Apolo XVII en 1972. Las demás fotos son composiciones digitales, la única oficial es esa sola que se ve que es una pintura”, agregó.

Antes de ese acontecimiento, los debates eran sobre papel y lápiz. “Las mentes más brillantes tuvieron que crear una teoría, que es la de la Relatividad, dado que nadie puede demostrar que la Tierra gira alrededor del sol y sobre su propio eje”, señaló Landucci. Pero las fórmulas de Albert Einstein, Isaac Newton o Georges Lemaître, el primero en hablar del Big Bang, no son una prueba concluyente para los terraplanistas.

En vez, los miembros del movimiento se sirven de la tecnología actual para hacer sus propios experimentos, como la suelta de globos estratosféricos equipados con una cámara demuestran que “a 40 km de altura la Tierra se ve plana cuando trigonómicamente eso ya no debería suceder”, explicó Landucci, porque “debería haber un arco bastante notorio”.

Los resultados de las experiencias están disponibles de a miles en YouTube, donde Landucci tiene un canal de divulgación llamado Nur Para Todos. “La modernidad trajo de vuelta este tema porque en lugar de depender de lo que te cuenta una organización científica podés hacer el análisis vos como persona común y corriente o como profesional. Se pierde un poco el principio de autoridad en el que solamente tenés que creer”, explicó.

Las autoridades “oficiales” en la materia, apuntó Landucci, son la agencia espacial estadounidense, NASA, y el Vaticano. “El Big Bang es una teoría hecha por un católico, Georges Lemaître, ni siquiera está hecha por un científico. Es la Iglesia la que está metida siempre detrás de todo esto. El Vaticano es el que financia y tiene la mayor capacidad astronómica en la actualidad”, insistió.

Otros sospechosos de la conspiración global son los masones, el Club de Roma, el Club de Bilderberg y “el Nuevo orden Mundial que figura atrás del billete de 1 dólar que está puesto en la cara de todos”, enumeró Landucci. “El símbolo de la masonería es una escuadra y un compás: la escuadra refiere a la mesura de la Tierra porque es plana y el compás dibuja un semicírculo por el que viajan las estrellas, el sol y la luna”, describió.

Pero, ¿qué se gana con mantener a todo el mundo pensando que la Tierra es redonda cuando es plana, o viceversa?

“El punto principal detrás del modelo helicéntrico es una cuestión espiritual. Es hacer sentir al hombre inferior, una gotita de polvo en el medio de millones de galaxias sin ningún propósito. Sin saber cuál es su origen, por qué está acá”, aseguró Landucci. Pero además están los motivos económicos, como mantener la industria espacial, desde los satélites hasta los viajes turísticos a la luna que el especialista autodidacta considera que jamás ocurrirán como quizás nunca ocurrió el alunizaje.

Todo esto se termina mezclando con la política al punto que en los Estados Unidos se habla de terraplanistas “enclosetados” en el Capitolio “porque se cuestiona que el calentamiento global, que sí sucede, es un negocio de empresas”, explicó Landucci. “Donald Trump también habló de que el calentamiento global es un ‘money industry’ porque hay mucho dinero detrás”, agregó.

Hay muchos otros terraplanistas que se conectan a diario para profundizar sus investigaciones a través de las redes sociales y en especial en YouTube, a pesar de que la plataforma acaba de cambiar su algoritmo para dejar de promocionarlos por considerarlos “fake news” (noticias falsas), tal como explicaron tanto Landucci como el anfitrión del evento en Colón, Maxi Biasotti.

Biasotti explicó a minutouno.com que la reacción del público al escuchar sobre la teoría tierraplanista “depende de cuán grande sea la disonancia cognitiva de cada persona porque hay quienes que lo toman bien y otros no”, pero por de pronto ya hay 120 personas acreditadas para la cita del 2 y 3 de marzo.

Más allá del escepticismo, que se parece al que enfrentó Cristóbal Colón al asegurar que la Tierra era redonda y se podía llegar a la India por el occidente, los terraplanistas insisten en la investigación particular de cada individuo para determinar qué visión tener del mundo.

“No soy un conspiranoico, soy un revisionista histórico”, apuntó Landucci, que será uno de los principales oradores del evento. “Me gusta revisar la historia. Quiero entender a dónde estoy pisando. No me creo la historia oficial”, explicó, ya sea en estas latitudes o en cualquier otra.

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