El Gobierno analiza el plan de Pichetto para sumar parte del PJ y pule su discurso
“Vamos a llamar a muchos compañeros del peronismo que están excluidos, muchos de ellos que están en su casa y que quieren ser parte de este proyecto de unidad nacional”.
Miguel Angel Pichetto hablará en las próximas horas con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, para ajustar detalles de la gira que harán por las provincias, para cumplir con lo que prometió ni bien fue ungido como compañero de fórmula del Presidente: sumar voluntades peronistas detrás de la candidatura de Mauricio Macri.
Una opción es que la travesía, que tendrá una primera escala en Río Negro y Neuquén, donde Pichetto intentará convencer a los gobernadores Alberto Weretilneck y Omar Gutiérrez, ambos de partidos provinciales, comience esta misma semana. Pero también podría quedar para después del cierre de listas. Eso, y si el titular de la Cámara de Diputados Emilio Monzó será de la partida, recién se definirá este martes.
En simultáneo, Pichetto tiene una tropa de dirigentes del PJ, con el ex diputado Humberto Roggero a la cabeza, que trabaja en el trazado de listas peronistas para competir en las PASO en las provincias, que sirvan para atenuar el impacto del armado que teje Alberto Fernández con los gobernadores más alineados con Cristina Kirchner y como excusa (o “pista de aterrizaje”, como les gusta decir en el oficialismo”) para captar a aquellos dirigentes sueltos.
En esa tarea se anotan, junto a Roggero, el embajador en España, Ramón Puerta; el ex jefe de la SIDE Miguel Ángel Toma; y ex el presidente Eduardo Camaño.
“Necesitamos presentar listas ‘peronistas’ en la mayor cantidad de provincias”, dicen desde ese comando, al que podrían sumarse históricos dirigentes del PJ bonaerense y del duhaldismo que impulsaron la candidatura de Roberto Lavagna, entre los que se encuentran Baldomero “Cacho” Álvarez, ex intendente de Avellaneda; y los ex legisladores Carlos Brown y Mabel Müller.
La flamante apertura del Gobierno a que sus candidatos en las provincias compitan también también a nivel nacional generó un nuevo escenario. Pero la posibilidad de que haya PASO se evaluará distrito por distrito. “Hay que evaluar caso por caso. No podemos permitirnos más heridos”, razonan en la Casa Rosada.
Por ahora, en el Gobierno cuentan internas en Corrientes, Chubut, Formosa, Misiones, Neuquén, San Luis, Salta y Tierra del Fuego. Un capítulo aparte es Córdoba, donde días atrás Mario Negri y Ramón Mestre dieron un primer paso rumbo a la unidad, pero luego de la batalla que protagonizaron en las elecciones provinciales no se descarta ningún escenario. ¿Habrá espacio para un peronista?
La lógica es que, cuanto más dirigentes jueguen, más votos podrán traccionar para el Presidente. “Necesitamos llegar lo más fuertes posible a las PASO y en algunos lugares nos conviene que jueguen todos”, admiten en el macrismo.
En cualquier caso, los peronistas que se alinean detrás de Pichetto insisten en que es clave que la apertura política de la que habla el Gobierno se plasme en el cierre de candidaturas. Y recuerdan que sirvió para contener fugas, como en el caso del sanjuanino Marcelo Orrego, del Partido Producción y Trabajo, que encabezaría la boleta en San Juan; o el del intendente de San Miguel de Tucumán, Germán Alfaro, que redundaría en la postulación de Domingo Amaya.
La provincia de Buenos Aires es otro caso especial. Allí el jefe de Gabinete, Marcos Peña, tendrá a su cargo la confección de la lista de “Juntos por el Cambio” pero la estrategia electoral es potestad de la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal. Un dato: en las próximas horas, Pichetto tendrá su primera reunión con el jefe de Gabinete bonaerense, Federico Salvai, espada política de la mandataria, que tras lamentar la caída de la opción de las colectoras busca alternativas para diluir el peso del cristinismo.
En tanto, de cara a la campaña, el pichettismo se prepara para aggiornarse al manual macrista. Por caso, Miguel Angel Toma se reunió el jueves con su amigo personal y consultor estrella de Macri, Jaime Durán Barba, para congeniar el discurso que emplearán los dirigentes peronistas que se sumen a “Juntos por el Cambio”. “La idea es unificar conceptos sin que nadie pierda su esencia”, coinciden desde ambos sectores.
El asesor ecuatoriano está ante un nuevo desafío: readaptar la comunicación macrista, de cara a la campaña. Tras hablar de “70 años de fiesta” peronista, la disyuntiva “República o Autoritarismo” es la opción que toma fuerza para englobar al purismo cambiemista y a la vieja guardia peronista.