Cómo se cuida el Presidente para no contagiarse coronavirus
El COVID-19 no distingue jerarquías ni estrato social. En España se contagió la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y en Mónaco el príncipe Alberto. En el Reino Unido, el primer ministro Boris Johnson y el príncipe Carlos. En Canadá el primer ministro Justin Trudeau tuvo que hacer cuarentena porque su mujer se contagió. En la región, el brasileño Jair Bolsonaro acaba de anunciar que se curó. En Buenos Aires los intendentes Gustavo Menéndez (Merlo) y Néstor Grindetti (Lanús) tienen coronavirus. Martín Insaurralde ya se curó. Y Mayra Mendoza, de Quilmes, anunció este sábado que su hisopado dio positivo, después de autoaislarse porque una asistente de su equipo, con quien mantiene contacto estrecho, se había contagiado. Mendoza estuvo esta semana con el gobernador Axel Kicillof y varios intendentes bonaerenses que anoche evaluaban si tenían que aislarse o realizarse el test.
La posibilidad de que la cadena de contagios llegue hasta el Presidente siempre está latente. A diferencia de Trudeau, a Alberto Fernández siempre se lo ve prolijo. Da la impresión de que no dejó de cortarse el pelo. De todos modos y aunque hace poco más de una semana el presidente argentino tuvo que aceptar la flexibilización del aislamiento, está convencido de que la única manera de prevenir el contagio por coronavirus es el encierro. Obligado por el médico presidencial, lo aplica a sí mismo.
En las fotos que se difunden desde Olivos no siempre se lo ve con barbijo. Como otras figuras públicas, en su entorno recuerdan que la indicación es mantener distancia o cubrirse boca y nariz. Pero el intendente de la quinta, Daniel Rodríguez, tiene siempre a mano varios barbijos para el jefe de Estado y una provisión suficiente para que nunca falten. En cada ambiente, junto a cada puerta, hay un dispenser con alcohol en gel, además de frasco individual en cada mesa o espacio con circulación de gente. A los picaportes y mesas se las rocía con alcohol 70/30 en forma permanente y todo el personal usa tapabocas, entre otras medidas que se tomaron.
Fernández a veces camina por los senderos de la quinta presidencial sin protección, solo o acompañado. Según parece son los otros los que lo cuidan a él: funcionarios y colaboradores que van y vienen entre sus domicilios, la Casa Rosada y Olivos. Para evitar que el virus ingrese, los responsables de la residencia oficial extreman los recaudos para proteger al Presidente, que permanece recluido, salvo algún reciente paso por Balcarce 50. El protocolo interno establece que toda mercadería que entra se desinfecta, al igual que cada cosa u objeto que llegue extramuros.
El acceso a Olivos está restringido. A los que traspasan el portón de Villate les toman la temperatura y después de ‘auscultar’ carteras, bolsos o mochilas por el escáner, deben frotarse las manos con alcohol en gel. Y usar barbijo o mantenerse a más de un metro y medio de distancia. Además de ministros, secretarios de Estado y colaboradores, también han entrado algunos periodistas.
El área de jefatura se higieniza en forma permanente. Cada oficina se limpia después de cada reunión. Y a algunas personas, incluso ministros, se las hace esperar fuera del área presidencial hasta que Alberto Fernández los convoca o hasta que todo se repasó minuciosamente. El viernes último, por ejemplo, hubo varios ministros esperando en el hall, a distancia y con barbijo. También hay almuerzos de trabajo casi todos los días y para comer, obviamente, todos se quitan el barbijo.
Antes de las reuniones que el Presidente mantiene vía teleconferencia se desinfecta la silla, el escritorio y el micrófono que usa. También las áreas de contacto de otros funcionarios. Aseguran los que pasan por ahí que el jefe de Estado ingresa al salón, participa de la reunión y luego se va. Un hábito que le imponen para obligarlo a cuidarse. Como se ha visto en las fotos oficiales, suele caminar por Olivos sin protección, como antes se tomaba selfies en recorridas con el barbijo por debajo de la nariz y a veces de la boca.
Para las transmisiones televisivas la regla que impuso el equipo de comunicación es que debe utilizarse la unidad satelital de Presidencia. Sostienen que si ingresaran móviles televisivos habría más gente dentro de Olivos que con este sistema.
Cuando usa barbijo el Presidente dispone de blanco, negro o celeste, como el que usó el Día de la Bandera, haciendo “juego” con el de su pareja. Fabiola Yáñez ha lucido diseños exclusivos que acompañan su cuidado atuendo de primera dama. Los de Alberto Fernández son de doble tela.