Nuevos estudios advierten que dos variantes del Covid-19 podrían dejar sin efecto las vacunas
Nuevos estudios científicos revelaron que algunas variantes del Covid-19 podrían presentar dificultades inesperadas al sistema inmunitario, incluso en quienes ya recibieron la vacuna.
Los hallazgos provienen de experimentos en laboratorios con muestras sanguíneas de grupos de pacientes, no de observaciones del virus que se está propagando en el mundo real. Los estudios aún no han sido arbitrados.
Pero los expertos que leyeron los artículos concordaron en que los hallazgos planteaban dos posibilidades preocupantes.
Las personas que habían sobrevivido a infecciones leves del coronavirus podrían seguir siendo vulnerables a infectarse con una nueva variante y también, lo que es todavía más preocupante, las vacunas podrían ser menos efectivas contra dichas variantes.
Las vacunas existentes de todos modos evitarán que uno se enferme con un caso grave y la gente debería ponérsela, afirmó Michel Nussenzweig, inmunólogo de la Universidad Rockefeller en Nueva York, quien estuvo a cargo de uno de los estudios: “Si tu meta es que la gente no tenga que ir al hospital, entonces esto va a funcionar bien”.
Pero quizá las vacunas no eviten que la gente se infecte del virus y presente síntomas leves o sea asintomática, dijo.
“Tal vez ni sepan que fueron contagiados”, sostuvo Nussenzweig. Si los infectados de todos modos pueden transmitir el virus a otros que no están inmunizados, entonces, este seguirá cobrando vidas.
Las vacunas funcionan al estimular al organismo para que produzca anticuerpos en contra del coronavirus. Los científicos esperaban que, con el tiempo, el virus adquiriera mutaciones para evadir estos anticuerpos, las llamadas mutaciones de escape.
Algunos estudios incluso han predicho cuáles mutaciones serían más ventajosas para el virus.
Pero los científicos habían esperado que las nuevas vacunas siguieran siendo efectivas por varios años, con base en la teoría de que el nuevo coronavirus desarrollaría con lentitud nuevas defensas contra ellos.
Ahora, los investigadores temen que la propagación descontrolada le haya otorgado al virus oportunidades irrestrictas para reinventarse y podrían haber acelerado la presencia de las mutaciones de escape.
Los estudios publicados el martes por la noche muestran que la variante identificada en Sudáfrica es menos susceptible a los anticuerpos creados por infección natural y por las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna.
Ni la variante sudafricana ni un virus mutante similar en Brasil han sido detectados aún en Estados Unidos (la variante más contagiosa que ha arrasado en el Reino Unido no contiene estas mutaciones y parece ser susceptible a las vacunas).
Los temores de que las vacunas sean impotentes ante las nuevas variantes se intensificaron en una conferencia científica que se llevó a cabo online el sábado, cuando unos científicos sudafricanos informaron que, en pruebas de laboratorio, las pruebas de suero de 21 personas de un grupo de 44 sobrevivientes de COVID-19 no destruyeron la variante que circula en ese país.
Estos pacientes tenían en la sangre niveles más altos de los llamados anticuerpos neutralizadores —el subconjunto de anticuerpos que se necesitan para desactivar el virus y evitar la infección— que aquellas personas que solo presentaron síntomas leves.
Los resultados “indican muy muy claramente que varias mutaciones que vemos en la variante sudafricana van a tener un efecto considerable en cuán sensible es ese virus a la neutralización”, dijo Penny Moore, experta en virus en el Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles en Sudáfrica, quien estuvo a cargo del estudio.
En ese estudio, Nussenzweig y sus colegas analizaron muestras de 14 personas que habían recibido la vacuna de Moderna y de seis personas que habían recibido la vacuna de Pfizer-BioNTech.
Los investigadores vieron un ligero decrecimiento en la actividad de los anticuerpos dirigida en contra de virus que fueron diseñados con tres de las mutaciones claves que se encuentran en la variante identificada en Sudáfrica.
El resultado fue importante “porque es algo que se ve casi en todos los individuos del estudio”, afirmó Nussenzweig. De cualquier manera, “no es algo que debería tenernos muy espantados”.