Ganancias: la Cámara de Diputados dio media sanción a los cambios para que dejen de pagarlas quienes ganan hasta $150.000
Luego de una maratónica sesión, la Cámara de diputados dio media sanción a los cambios en el Impuesto a las Ganancias, que aumenta el mínimo no imponible a partir del que se paga el tributo a $150 mil brutos.
Las modificaciones fueron aprobadas por 241 votos a favor, ninguno en contra y tres abstenciones y pasaron al Senado. Tuvieron el respaldo del Frente de Todos, Juntos por el Cambio, Interbloque Federal, Unidad para el Desarrollo, Acción Federal y el Movimiento Popular Neuquino. Hubo tres abstenciones del principal interbloque de la oposición.
El debate empezó a las 23.30 del sábado y terminó a las 7.48 del domingo. Desde hace 19 años que no había una sesión en un fin de semana.
En caso de sancionarse la ley beneficiaría a más de 1,2 millones de trabajadores que hoy pagan el impuesto. Actualmente están alcanzados los trabajadores solteros que tienen un salario bruto de $90.133, y según las estimaciones oficiales si la Cámara alta sanciona la ley un 93% de los asalariados quedarán exentos del pago luego de la modificación. En ese caso además habría devoluciones para los trabajadores que ya pagaron el Impuesto este año, ya que el beneficio es retroactivo al 1° de enero, según explica TN.
El proyecto contempla además excluir del cálculo del impuesto el pago del aguinaldo cuando se trate de salarios de hasta $150.000 brutos y jubilados que perciban hasta ocho haberes mínimos, y la deducción por concubino. Además establece que los asalariados que perciben entre $150 mil y $173 mil brutos tendrán una deducción especial para que no cobren más dinero aquellos que están eximidos de pagar el Impuesto a las Ganancias, para lo que se prevén facultades específicas para corregir esta situación.
El costo fiscal del proyecto se estimó originalmente en $42.000 millones al año, pero aumentó a cerca de $48.000 millones con los agregados que se incorporaron a partir de las últimas modificaciones. Desde el Gobierno confían en que en un año electoral ese dinero extra en bolsillo de los trabajadores y jubilados se vuelque al consumo y al mercado interno y no vaya abajo del colchón.