Las prepagas preparan un nuevo aumento
Un nuevo aumento golpeará el bolsillo de los argentinos. Es que luego de varias idas y vueltas, las prepagas aumentarán de nuevo. Si bien la información no está publicada en el Boletín Oficial, lo cierto es que la suba está autorizada por la Superintendencia de Servicios de Salud.
Las empresas subirían sus montos en un 10%. Este sería el segundo aumento del año luego del 3,5% autorizado en marzo. La decisión pega de lleno en las personas que pagan su cuota completa, que se estima que son alrededor de 1,2 millones. En total, las prepagas tienen unos seis millones de afiliados, según fuentes del sector.
En medio de una pandemia que congeló gran parte de los precios de la economía, las prepagas tuvieron un aumento del 10% durante el año pasado. Mientras tanto, según denunciaron reiteradas veces, sus costos subieron inclusive por encima de la inflación. La situación derivó en pagos congelados a profesionales de la cartilla, lo que repercute de lleno en los clientes, que hoy tienen menos opciones para atenderse.
La situación es especialmente dramática en el caso de la odontología. Por los protocolos que deben seguir, se ralentizan los turnos, porque deben desinfectar con mucho cuidado los espacios de trabajo. Por otro lado, no llegan a compensar los gastos en materiales con lo que les pagan los prestadores de salud, por lo que comienzan a atender de manera particular o cobran una especie de “copago” de hasta cuatro cifras para cubrir sus costos.
Representantes del sector privado confirmaron a TN que las prepagas aumentarían un 10% en dos tramos. En abril subirían un 4,5% y en mayo, un 5,5%. Como el mes ya corre, el aumento sería retroactivo e impactaría en el pago del mes que viene.
El aumento servirá para terminar de completar la paritaria del personal de salud de 2020. Por una “cláusula gatillo”, se debería haber llegado a un 36,1% para acompañar la inflación del año pasado. Esta semana, el ministro de Trabajo Claudio Moroni, Héctor Daer (Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad de Argentina) y las cámaras del sector firmaron un aumento extra del 14% al 17% de acuerdo a cada categoría.
En febrero pasado, la Unión Argentina de Salud (UAS), que representa a clínicas, sanatorios, hospitales, centros de diagnóstico, obras sociales, financiadores y servicios de urgencia, emitió un comunicado en el que alegó que sus costos subieron hasta un 1.300% y criticó la decisión del Gobierno de mantener semicongeladas las cuotas que pueden cobrar.
El sector privado de la medicina atiende al 70% de la población, a unas 33 millones de personas. Durante el año pasado y lo que va de este, los prestadores se quejaban de algo que se repite en varios sectores: que hay precios finales congelados, pero que no hay control sobre los insumos que las compañías deben comprar para poder operar.
El aumento de las prepagas está regulado por la Superintendencia de Servicios de Salud, pero el Gobierno puede incluso dar marcha atrás en esferas más altas. Basta recordar un ejemplo reciente: a pesar de que había sido autorizado previamente, a inicios de este año el Gobierno dio marcha atrás con un aumento del 7% que correría a partir de febrero. Finalmente, dio luz verde para una suba del 3,5% a partir de marzo.
A inicios del mes pasado, los prestadores del sistema de salud privado sostuvieron que la falta de actualizaciones de los ingresos y de controles oficiales sobre los costos que afectan al sistema “constituyen una clara y arriesgada discriminación frente a otros sectores de la economía a los que se les autorizaron aumentos de forma frecuente y significativa”.