Estados Unidos y China ratificaron el acuerdo de París sobre el clima
Estados Unidos y China, los dos países que más contaminan en el mundo, anunciaron el sábado en Hangzhou la ratificación del histórico acuerdo de París para limitar el calentamiento global, un anuncio que podría acelerar su entrada en vigor. “Creo que al final se demostrará que ese fue un punto de inflexión para nuestro planeta”, dijo Barack Obama en referencia al acuerdo de París de diciembre pasado, que calificó como “el momento en el que decidimos salvar el planeta
En una ceremonia con su homólogo Xi Jinping en la ciudad china de Hangzhou, donde se celebra el G20, ambos líderes entregaron los documentos que oficializan la ratificación al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Ban Ki Moon. “Han dado un gran impulso para que el acuerdo entre en vigor. Soy optimista sobre el hecho de que podremos lograrlo antes de que acabe el año”, dijo Ban.
El acuerdo tiene el objetivo de limitar el aumento de la temperatura en el planeta a un máximo de dos grados centígrados con respecto a los niveles preindustriales. Para que entre en vigor en 2020, como está previsto, tienen que ratificarlo al menos 55 países que representen el 55% de las emisiones mundiales
Estados Unidos y China son los dos países que más contaminan en el planeta (representan un 40% de las emisiones de dióxido de carbono) y su ratificación podría actuar como efecto llamada para los demás firmantes. Hasta ahora sólo 24 países habían ratificado el acuerdo, en su mayoría pequeños Estados insulares que representan sólo una pequeña parte de las emisiones (1,08%).
Obama llegó el sábado poco después de las dos de la tarde (hora local) a la ciudad china, donde participará en este foro que reúne a países industrializados y emergentes.
El gigante asiático, que todavía produce más del 70% de su energía a partir del carbón, es responsable de cerca del 24% de las emisiones mundiales. China es el país que más invierte en energía solar, pero al mismo tiempo las autoridades siguen aprobando la construcción de centrales de carbón (al menos 150 nuevos proyectos en 2015). Entre 2004 y 2014, China dobló su consumo de carbón, que alimenta su persistente problema de contaminación.
En Hangzhou, para garantizar un cielo azul durante la cumbre, las autoridades de Pekín cerraron durante dos semanas las fábricas en un radio de 300 kilómetros alrededor de la ciudad.