Los líderes del G20 defendieron el libre comercio frente al proteccionismo
Los líderes del G20 salieron el lunes en defensa de la globalización y el libre comercio como mejor fórmula para estimular el crecimiento, en un contexto marcado por el proteccionismo en muchos países del mundo.
“Hemos acordado apoyar un sistema comercial multilateral y oponernos al proteccionismo”, dijo el presidente chino Xi Jingping, cuyo país albergó durante dos días la cumbre del grupo en la ciudad de Hangzhou.
Más contundente fue la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) que denunció los “ataques populistas” contra la globalización. “La manera como China ha conseguido sacar a 700 millones de la pobreza para formar una clase media, por ejemplo, es una historia que no se incluye en el discurso que ahora se oye”, lamentó aunque reconoció que la globalización no puede beneficiar a sólo unos pocos.
La denuncia del proteccionismo fue el hilo conductor de esta cumbre que reúne cada año a las 19 principales economías mundiales (industrializadas y emergentes) más la Unión Europea, un foro que representa el 85% del Producto Bruto Interno (PBI) mundial y dos tercios de la población del planeta.
Nunca como hasta ahora los países del grupo habían adoptado tantas medidas proteccionistas. Desde 2008-2009, el crecimiento de los intercambios comerciales está estancado por debajo del 3%, frente al 7% de las últimas dos décadas.
“La mundialización no tiene connotaciones positivas, también implica grandes desigualdades”, reconoció por su parte Angela Merkel, preocupada además por el auge en su país del partido de ultraderecha AFD.
Los países el Cono Sur también quisieron dar un mensaje para seguir adelante con las reformas. Michel Temer prometió que Brasil volverá a crecer y anunció un plan de privatizaciones y concesiones, mientras que el argentino Mauricio Macri abogó por “combatir el proteccionismo en todas sus formas, incluido el proteccionismo agrícola, uno de los más arraigados”.
Críticas al “dumping” y los tratados comerciales
En el texto final, el G20 también hizo referencia al “dumping” (la venta de productos por debajo de su precio normal) y a sus “efectos negativos sobre el comercio y los trabajadores”.
La cuestión es delicada, sobre todo en China. Europa y Estados Unidos han denunciado reiteradamente la cuestión del acero chino, que el gigante asiático vende a precios muy bajos en todo el mundo dañando los productores locales.
Las dificultades del acuerdo comercial entre Europa y Estados Unidos (TTIP) son otro de los ejemplos de las reticencias que denuncia el G20. El tratado ha sido criticado tanto por los aspirantes a la Casa Blanca (el republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton) como por países europeos como Alemania y Francia.
En la misma línea, el primer ministro canadiense Justin Trudeau, cuyo país está negociando con muchas dificultades un tratado de libre comercio con la Unión Europea (el llamado Ceta), denunció “la construcción de muros” en una referencia velada a Trump.
Por su parte la primera ministra británica Theresa May empezó a buscar alianzas comerciales tras el “Brexit” (la salida del Reino Unido de la Unión Europea) y anunció negociaciones con India, México, Corea del Sur y Singapur para futuros acuerdos comerciales.
Fracaso en las negociaciones en Siria
En el frente geopolítico, la cumbre estuvo marcada por un primer intento frustrado de Rusia y Estados Unidos de alcanzar un acuerdo sobre el conflicto en Siria. “Hemos tenido conversaciones productivas sobre lo que sería un verdadero cese de las hostilidades” dijo el presidente estadounidense Barack Obama tras entrevistarse con Vladimir Putin, que aseguró por su parte que existe “cierto acercamiento” con Washington.
El acuerdo aspiraba entre otros a llevar ayuda humanitaria a la ciudad de Alepo, una de las más castigadas. El conflicto ha llevado a millones de refugiados a huir, una “carga” que hay que repartir, según el G20.
Estados Unidos y Rusia, que llevan a cabo ataques aéreos en Siria contra los yihadistas, pero por separado, están en desacuerdo sobre el futuro del presidente Bashar Al Asad, que continúa atacando a la oposición siria con el apoyo de Rusia.
El de Siria no fue el único conflicto que se inmiscuyó en la cumbre. También preocupa el nueve lanzamiento de misiles balísticos de Corea del Norte o las reivindicaciones de Pekín en el mar de China Meridional.