Guardias aseguran que hay “fantasmas” en el nuevo edificio judicial de Tartagal
Guardias de seguridad privada dedicados a la custodia nocturna de la recientemente inaugurada Ciudad Judicial de Tartagal, en el norte de Salta, manifestaron su inquietud por una serie de hechos que relacionan con “fantasmas” y sucesos paranormales.
Ruidos extraños, episodios inexplicables y hasta una foto en la que se puede ver la difusa imagen de una niña forman parte de la rutina de los hombres encargados de la custodia del edificio de cinco plantas inaugurado en marzo de 2015. La foto fue aportada por los hombres encargados de custodiar el edificio como material probatorio de lo que les toca vivir a partir de la tarde-noche cuando los pasillos y oficinas quedan vacíos.
En diálogo con el diario El Tribuno, un guardia contó sus inquietantes experiencias. “Apenas se inauguró la ciudad judicial fuimos asignados a la seguridad. En ese momento comenzamos a escuchar algunos ruidos extraños, pero más que ruidos se percibía otra cosa. Una presencia. Era como que el ambiente se volvía diferente”, describió el custodio.
Un segundo guardia aseguró que fue atacado físicamente por una presencia extraña. “Una vez estaba sentado después de hacer el recorrido y comencé a dormitar en una silla. Sentí con toda claridad que alguien me daba un golpe muy fuerte en la parte posterior de la cabeza. Cuando giré hacia atrás para mirar, porque pensé que era algún compañero haciéndome una broma, no había nadie. Desde entonces no volví a dormir nunca más”, relató.
Los custodios aseguran que una vez que el edificio queda vacío se escuchan “ruidos, movimientos de muebles en las oficinas que están vacías y pasos que van y vienen por los pasillos”.
Los guardias dijeron estar acostumbrados porque nunca sufrieron ningún daño ni susto de mayores proporciones.
Pocos días atrás, uno de los guardias decidió tomar varias fotos de una oficina que es el sitio del que provienen la mayoría de los ruidos. “Eran como las tres de la mañana y yo andaba recorriendo como todas las madrugadas. Entré a una de las oficinas y con mi teléfono celular tomé varias fotos de una dependencia que me llamó particularmente la atención porque es donde más ruidos se escucha, donde se percibe algo que no sé muy bien qué es”, explicó. “No había nada extraño así que me retiré. Pero al otro día, cuando las bajé en mi computadora y me puse a mirar la secuencia de fotos que había tomado, la vi”, recordó.
La foto muestra en forma difusa lo que parece ser una niña parada junto a una pared, con un vestido y una campera, además de cabello hasta los hombros. “Cuando vi la foto que yo mismo había tomado una noche atrás, reconozco que me corrió un frío por la espalda. No sé si será un efecto de la luz de mi celular o qué será. Pero la vi claramente y me dio un poco de temor, sobre todo porque justamente ahí hay como un aire más frío, es algo extraño que no puedo describir”, contó.