Cesaron las lluvias y estiman que 800 personas perdieron todo en Arroyo Seco
Unas 800 personas perdieron todo en Arroyo Seco, una de las localidades más afectadas por el temporal de lluvia que castigó el último fin de semana el centro y sur de la provincia de Santa Fe, donde la situación comenzaba hoy a normalizarse con el cese de las precipitaciones.
“Unas 800 personas sufrieron pérdidas totales de sus bienes. Llovieron 400 milímetros, lo que nunca ocurrió. Se inundaron lugares que jamás se habían inundado, tuvimos problemas en toda la ciudad. Y a eso hay que sumarle el agua que viene del campo, de Fighiera y General Lagos”, graficó Gabriel Olivé, secretario de Gobierno de Arroyo Seco, a 35 kilómetros al sur de Rosario.
“Hay gente que perdió todo lo que tenía en su casa, gente que no le quedó nada. Hubo barrios, los más periféricos, con un metro y medio de agua”, señaló el funcionario.
Al brindar un panorama general de esa localidad que ayer estuvo aislada por las inundaciones, Olivé aseguró que “si las condiciones climáticas siguen mejorando nos vamos a poder recuperar rápidamente”.
“Hoy hay unos 234 evacuados en el complejo integral Los Tiburones que, de continuar así el clima -sin lluvias- el fin de semana podrán volver a sus casas pero el problema será cuando se vaya el agua, hay un gran daño hecho”, insistió.
En esa línea, destacó “la solidaridad de los vecinos y las instituciones que prestan una ayuda invaluable a los afectados”.
“Queremos relevarlos para activar créditos para que puedan recuperar lo que se les perdió”, señaló, tras calcular “que el agua llevó desastre al centro y microcentro, aunque los barrios más afectados se ubican en la periferia”.
La Agencia de Seguridad Vial de Santa Fe informó que la autopista Rosario-Buenos Aires quedó habilitada ayer en sus dos carriles aunque advirtió que el tránsito seguía hoy lento debido a que en las banquinas todavía hay agua acumulada.
Asimismo indicó que aún hay rutas cortadas y otras habilitadas con desvíos por la presencia de agua en la calzada y pidió transitar con precaución e informarse antes de emprender un viaje.