Siria: Aceptan con reservas el acuerdo para reducir la violencia
Siria se comprometió este lunes a respetar un acuerdo promovido por Rusia para reducir la violencia en ciertas zonas del país, pero advirtió que responderá a violaciones, mientras que Moscú enfrentaba resistencias de países de Occidente para que el pacto sea apoyado formalmente por el Consejo de Seguridad de la ONU.
El acuerdo, firmado por Rusia e Irán, que son aliados militares del presidente sirio Bashar al Assad, y Turquía, que respalda a grupos rebeldes, contempla crear cuatro “zonas seguras” para apuntalar una tregua vigente desde enero, prohibir los vuelos de aviones de guerra y permitir la distribución de ayuda humanitaria.
La ONU lo consideró un paso clave para contener la violencia tras más de seis años de una guerra que devastó el país, dejó unos 300.000 muertos y millones de refugiados o desplazados, permitió la expansión de grupos islamistas radicales y devino en intervenciones militares de algunas de las mayores potencias.
El entendimiento se suma a otros esfuerzos de pacificación para Siria, incluyendo evacuaciones de zonas controladas por rebeldes que aceptan deponer sus armas y que continuaron este lunes cerca de Damasco con la salida de colectivos con más de 1.000 insurgentes que serán trasladados a otros puntos del país.
Ell ministro de Relaciones Exteriores sirio, Walid al Mualem, en una rueda de prensa en Damasco transmitida por la televisión oficial, explicó que la policía militar rusa será la encargada de supervisar el cumplimiento del pacto, que entró en vigor el sábado luego e su firma en Astaná, la capital de Kazajistán, el jueves pasado, informó la agencia de noticias EFE.
De la solución están excluidos los grupos extremistas el Frente al Nusra, la filial siria de la red fundamentalista Al Qaeda, y el Estado Islámico (EI), indicó Al Mualem. Tanto el EI como el Frente al Nusra figuran en la lista de grupos terroristas de la ONU.
Al Nusra se encuentra presente y actúa mezclado con otras facciones en las cuatro regiones donde se aplica el pacto: Idleb y partes de las vecinas Hama, Latakia y Alepo; Ghouta Oriental, en la periferia damascena; el norte de la provincia central de Homs, y las regiones sureñas de Dera’a y Al Quneitra.
Para el jefe de la diplomacia siria, uno de los objetivos del arreglo es que los grupos armados firmantes del alto el fuego declarado en diciembre en Siria se separen del Frente al Nusra.
Por otro lado, el ministro reiteró que su Ejecutivo apoya cualquier iniciativa para detener la violencia.
A ese respecto, recordó que el gobierno de Damasco ha participado en todas las rondas de conversaciones de paz en Ginebra, que son promovidas por la ONU y cuyo objetivo es buscar una solución política al conflicto, aprovechando el alto el fuego acordado en Astaná.
El titular de Exteriores sirio también habló de los “procesos de reconciliación”, que están permitiendo la evacuación de combatientes de grupos armados de distintas áreas del país gracias a acuerdos con el gobierno.
De hecho, la televisión siria informó este lunes de la salida de cuarenta vehículos con milicianos y sus familiares de Barze, a unos 11 kilómetros al noreste de la capital, en dirección al norte del territorio sirio. La cadena adelantó que se espera que el proceso de evacuación se complete en los próximos cinco días.
Por su parte, la ONU Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirmó que entre 1.000 y 1.100 personas, la mayoría rebeldes, fueron sacadas este lunes de Barze -sitiado por los efectivos gubernamentales sirios desde hace 35 días- a bordo de 22 micros en una primera tanda para dirigirse a Idleb.