Corbyn y May casi empatados, en una campaña recalentada
Las principales fuerzas políticas británicas, los conservadores de la primera ministra británica y los laboristas, están casi empatados según una encuesta divulgada por la cadena ITV, en medio de una recalentada campaña y cuando faltan apenas dos días para las elecciones.
La encuesta sobre intención de voto, realizada por la firma Survation para esa cadena británica, otorga a los “tories” un apoyo del 41,5% mientras que los laboristas obtienen el 40,4%, en tanto que los liberaldemócratas sacan el 6% y el eurófobo UKIP el 3%.
Esta diferencia de apenas 1,1 punto porcentual contrasta con la brecha de más de veinte puntos que sacaban los conservadores a los laboristas a principios del pasado mayo, al comienzo de la campaña para los comicios anticipados de este jueves.
Los políticos continuaron este martes la campaña que se inició marcada por la agenda política y mediática del Brexit, pero que terminó dominada por el debate sobre la seguridad tras los atentados de Londres del sábado, en el que siete personas murieron y los tres agresores fueron abatidos por agentes armados.
El canciller británico, Boris Johnson, intentó hoy reconducir el debate hacia el Brexit, donde May se siente más cómoda, y cuestionó que el “herbívoro” Corbyn pueda negociar la salida del Reino Unido del bloque comunitario, e ilustró su temor afirmando que los funcionarios de Bruselas se lo comerían “para desayunar”.
En un acto de campaña Johnson dijo hoy que se “estremece” solo de pensar que el dirigente socialdemócrata pueda llegar al poder y avisó de que un gobierno laborista “impondría destructivos impuestos sobre las empresas, las casas y los jardines”.
El canciller conservador argumentó que únicamente un Ejecutivo dirigido por la primera ministra May puede obtener un buen acuerdo con Bruselas para la salida británica de la Unión Europea (UE).
“Es absolutamente crucial que el jueves elijamos a un gobierno que negociará con coraje, determinación, optimismo y confianza”, declaró Johnson, uno de los principales impulsores del Brexit en el referéndum del 23 de junio de 2016.
Pese a los intentos de los conservadores de hablar del Brexit, la cuestión de la seguridad marca la recta final de la campaña.
El lunes, Corbyn había pedido la renuncia de May por haber dispuesto, cuando era ministra de Interior bajo el anterior gobierno conservador de David Cameron, el recorte de agentes policiales.
La campaña electoral se reanudó ayer tras ser suspendida por el atentado, y se reinició con una dura polémica entre Corbyn y May, por los recortes policiales que ha sufrido el país en los últimos años.
Corbyn pidió la dimisión de la primera ministra por haber eliminado más de 19.000 agentes de policía durante su etapa como ministra de Interior, entre 2010 y 2016.
La jefa de gobierno subrayó que el presupuesto policial está “protegido” desde 2015 y sostuvo que los recursos con los que cuentan los servicios de seguridad son adecuados para hacer frente a la amenaza terrorista que afronta el Reino Unido.
Reino Unido, en tanto, mantiene su nivel de alerta en “severo”, el cuarto nivel en una escala de cinco, que corresponde a una “alta probabilidad” de que se produzca un nuevo ataque.
Temas como el Brexit quedaron eclipsados por la amenaza terrorista, y May argumentó en un discurso ayer en Londres que la seguridad no depende solo del número de agentes, sino “también de los poderes que se les otorga” para lidiar con el extremismo.
En los últimos días los sondeos acortaron la brecha con el Partido Laborista, cuyo líder izquierdista -en un abrupto giro a la derecha- argumentó que el Reino Unido se enfrenta a un problema de seguridad porque el gobierno “no debería haber recortado el número de policías”.
Sus comentarios se produjeron después de que un antiguo asesor del ex premier David Cameron, Steve Hilton, escribiera en las redes sociales que May es responsable de “fallos de seguridad” en relación a los tres atentados que ha sufrido en menos de tres meses el Reino Unido y pidiera su dimisión.
Antes del ataque del sábado, Londres sufrió en marzo un atentado en el que cinco personas murieron junto al Parlamento británico.
Hace dos semanas, fallecieron, además, otras 22 personas en una explosión suicida en Manchester.
El 19 de abril, un día después de que May convocara los comicios, la mayoría de los sondeos estimaban en 24% la cómoda ventaja de los conservadores sobre los laboristas, en el medio, dos nuevos atentados cambiaron el escenario y a sólo dos días de la elección la incertidumbre planea sobre el Reino Unido y mantiene a May en la cuerda floja, mientras Corbyn se permite soñar con una sorpresa que cambiaría el escenario en la segunda economía de Europa.
Los británicos acudirán el jueves a las urnas para elegir un nuevo gobierno en elecciones anticipadas y en un contexto marcado por el Brexit, la amenaza islamista radical tras el atentado del fin de semana en Londres, el tercero en tres meses en el país, y la errática marcha de la economía.
Al término de una campaña que fue suspendida dos veces por los atentados del sábado y el de Manchester del 22 de mayo, los comicios se celebrarán en un escenario que se mantiene en alerta “severo”, ante una “alta probabilidad” de que se produzca un nuevo ataque.
Estas son las principales propuestas de los más importantes partidos políticos británicos
Partido Conservador, de la primera ministra, Theresa May:
– Buscar una nueva “profunda y especial asociación con la Unión Europea (UE)”
– Abandonar el mercado único y la unión aduanera.
– Reducir la inmigración y garantizar los derechos de los ciudadanos de la UE en el Reino Unido y de los británicos en la UE.
– Incrementar los ingresos mínimos que deben acreditar los inmigrantes para pedir visas para familiares, endurecer los requisitos para la entrega de visados a estudiantes y subir las tasas a los extracomunitarios para utilizar la sanidad pública.
– Tomar medidas para que los estudiantes extranjeros abandonen el país una que vez terminen sus cursos, a no ser que cumplan unos nuevos y más exigentes criterios para quedarse a trabajar en el Reino Unido.
– Permanecer en la Convención Europea de Derechos Humanos.
– Descartar un referéndum sobre la independencia de Escocia hasta que terminen las negociaciones sobre el Bexit, que podrían ser en 2019.
– Duplicar la tasa que deben pagar las empresas del Reino Unido para contratar a extranjeros que provengan de fuera de la UE e invertir con esos ingresos adicionales en formación para trabajadores británicos.
Partido Laborista, del líder Jeremy Corbyn:
– Eliminar el Libro Blanco de los Conservadores del Brexit y sustituirlo por nuevas prioridades de negociación con Bruselas de cara a la salida del Reino Unido de la UE con un fuerte énfasis en mantener el mercado único y la unión aduanera.
– Garantizar los derechos existentes para los ciudadanos de la UE que viven en Gran Bretaña y los ciudadanos británicos que viven en la UE
– Establecer nuevas prioridades de negociación con Bruselas de cara a la salida del Reino Unido de la UE en las que se dé énfasis a mantener el acceso al mercado único y la unión aduanera.
– Incrementar el impuesto de sociedades -que grava los beneficios empresariales- del 19 al 26% y la introducción de un impuesto sobre transacciones financieras.
– Crear un impuesto para los salarios que superen las 330.000 libras anuales.
– Subir impuestos fiscales al 5% de los ciudadanos más ricos con el objetivo de poder financiar servicios públicos.
– Otorgar 30 horas gratuitas para el cuidado de los menores de entre 2 y 4 años -un total de 1,3 millones de niños-.
– Nacionalizar las compañías de agua, electricidad y ferrocarriles.
Partido Liberal Demócrata:
– Convocar un segundo referéndum después de que se llegue a un acuerdo con Bruselas, con la opción de permanecer en la UE
– Proteger los derechos de los ciudadanos de la UE que viven en el Reino Unido y ciudadanos británicos que viven en el extranjero y la adhesión al mercado único y la unión aduanera
– Mantener la libre circulación de los ciudadanos comunitarios en el Reino Unido.
– Mayor inversión en infraestructura adicional cuyos fondos se destinarían a la construcción de 300.000 nuevas viviendas durante los próximos 5 años, a la instalación de conexiones a Internet de alta velocidad y a modernizar escuelas y hospitales, entre otros proyectos.
– Más inversiones en carreteras y líneas ferroviarias, incluida la futura línea de alta velocidad entre Londres y el norte de Inglaterra.
Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP):
– No pagar la factura de divorcio de la UE que se estima en 60.000 millones de libras, monto que deberían aportar los británicos.
– Dar prioridad a nuevos acuerdos de libre comercio.
– Asegurar que ningún ciudadano británico pueda presentarse en 2019 a la elección del Parlamento Europeo.
– Convertir la lucha contra el terrorismo yihadista en una prioridad.
– Prohibición de la utilización del “burka” en público, el velo islámico que cubre toda la cabeza a excepción de los ojos.
– Reportar de forma obligatoria la mutilación genital femenina.
– Cierre de escuelas en las que se enseña la ideología islámica.
– Reducir el presupuesto de ayuda exterior del Reino Unido.
– Reducir a cero la inmigración neta, equiparando las personas que entran con las que salen del país.
– Ninguna amnistía para los inmigrantes ilegales.
– Introducir una prueba de “actitudes sociales” como parte de un sistema de inmigración basado en puntos.
– Prohibir todas las banderas de la UE en edificios públicos en el Reino Unido después de la Brexit.
Partido Nacionalista Escocés (SNP):
– Permanecer en el mercado único de la UE después del Brexit celebrando un segundo referéndum sobre la independencia de Escocia.
– Un estatus especial para Escocia después de que haga efectivo el Brexit que incluya su permanencia en el mercado único.
– Revertir los recortes a las ayudas sociales
– Subir el presupuesto de ingresos del Sistema de Salud (NHS).