Caso Maldonado: el CELS recusó al juez Guido Otranto
El organismo, que actúa como querellante en la causa por la desaparición forzada, acusa al magistrado de no ser imparcial y haber adelantado su opinión.
¿Sabía el juez federal de Esquel Guido Otranto que al revelar su hipótesis sobre qué pasó con Santiago Maldonado podría ser recusado? Después de una entrevista en la que declaró que para él el joven artesano pudo haberse ahogado en el río Chubut, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), querellante en la causa por la desaparición forzada y parte del habeas corpus de la búsqueda, recusó al magistrado. En el documento presentado este martes, el organismo considera que “se encuentra afectada la garantía constitucional de imparcialidad del juez”, adelantamiento de opinión y “enemistad manifiesta”.
La recusación llegó al Juzgado Federal de Esquel y a la Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia, que deberá resolver. Es una respuesta concreta a las declaraciones que Otranto dio a un matutino porteño en entrevistas publicadas los días 17 y 18 de septiembre pasados.
Los abogados del CELS consideran que “el juez Otranto ha realizado numerosas afirmaciones que traslucen una posición deliberada frente a una de las hipótesis”. Se refieren a la responsabilidad de Gendarmería Nacional durante el operativo llevado a cabo el 1º de agosto pasado en la comunidad Pu Lof en Resistencia de Cushamen, el último día que se vio con vida a Maldonado.
En esa entrevista, el magistrado declaró que “las declaraciones de los gendarmes contradicen que allí se hubiera producido una captura”; “no creo que un exceso explique la desaparición”; y “los gendarmes dicen que todas las personas que persiguieron en el río terminaron de cruzarlo”. Y, especialmente, “no le encuentro consistencia a la versión de que fue capturado por la Gendarmería”.
Para el CELS, “queda claro que el juez Otranto les cree a los gendarmes que declararon en su despacho” y que no reparó en las contradicciones en las que los soldados incurrieron, según los abogados del organismo. Por lo que “es indiscutible que ya ha formado opinión” cuando dijo que para él una de “las opciones más razonables” es que “se podría haber ahogado”.
“En consecuencia, en el marco del habeas corpus, concluye que se ahogó, sin haber encontrado a la persona buscada. Y, como juez de la presente causa de desaparición forzada, adelanta opinión sobre la forma en que se pudo haber dado este desenlace”, sostiene el documento firmado por Gastón Chillier, director ejecutivo del CELS, y Paula Litvachky, titular del área de Justicia y Seguridad del organismo.
Otranto ya había sido recusado por la familia Maldonado, a través de su abogada Victoria Heredia. Sergio, el hermano del joven desaparecido, se refirió al juez con aspereza, y consideró que “está jugando a favor de Gendarmería” y que “no hizo nada” para encontrar a Santiago. Incluso fue más a fondo. El lunes, cuando el magistrado no lo dejó pasar a observar el operativo en el que más de 300 agentes buscaron el cuerpo de su hermano, lo trató de “delincuente” y opinó que “debe estar preso”.
El jueves, de hecho, habrá una audiencia en la Cámara de Comodoro Rivadavia, en la que su presidente, Javier Leal de Ibarra, escuchará las razones para el pedido de recusación de Heredia, que ya fue rechazado por el propio Otranto. Los representantes del CELS pretenden participar también de esa reunión.
Leal de Ibarra tendrá luego del encuentro 48 horas para definir la situación de Otranto. Si las objeciones de las partes son consideradas, el juez federal de Esquel quedará afuera de la investigación, que caería en su par de Rawson. Este nuevo magistrado podrá iniciar la investigación de cero, pedir nuevas testimoniales y trazar otras líneas de investigación. Ya pasaron 50 días de la desaparición de Santiago Maldonado.