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18 mil evacuados de una ciudad amenazada por incendios en Canadá

Las autoridades canadienses iniciaron este viernes la evacuación de miles de personas de la ciudad de Fort McMurray, rodeada por las llamas de los bosques cercanos que se encontraban fuera de control. Las caravanas de automóviles que abandonaron la ciudad se dirigían a Edmonton, la capital provincial de Alberta.

En una operación de gran envergadura, que debe durar cuatro días, unas 18.000 personas fueron evacuadas de campamentos de refugio al norte de la ciudad, facilitados por compañías petroleras, donde habían quedado confinadas por el avance del fuego desde comienzos de semana. “La primera tarea es garantizar la seguridad de la población y especialmente de los 25.000 habitantes de Fort McMurray que estaban refugiados al norte de la ciudad, de los cuales unos 7.000 fueron evacuados mediante un puente aéreo el jueves”, dijo Rachel Notley, primera ministra de la provincia de Alberta.

Los habitantes fueron conducidos en caravanas de 50 vehículos, escoltados por patrullas policiales y helicópteros, a través de la autopista 63. Para abastecer de combustible a los vehículos de las caravanas el gobierno de la provincia de Alberta envió camiones cisterna, tras tomar medidas de precaución en la carretera para evitar que el fuego los afecte.

Un primer grupo de vehículos salió muy temprano, a las 07:00 (hora local), encabezado por una patrulla policial para atravesar la ciudad, según imágenes transmitidas por la televisión.

Tres helicópteros de la Fuera Aérea sobrevuelan la autopista 63 para encargarse de dar la alerta si las llamas se aproximan demasiado a las caravanas o si interrumpen el paso en la carretera, como ha pasado en los últimos tres días. También unidades de la policía fueron colocadas en las intersecciones viales. En parte la misión de los policías es advertir de cualquier avance del fuego que haga peligrosa la travesía, pero al mismo deben evitar que algún automovilista abandone la caravana para intentar regresar a sus casas para recuperar algún objeto olvidado.

Los vehículos son escoltados durante varios kilómetros hacia el sur para sacarlos de la zona cuyo desalojo se ordenó por el avance del fuego, y eran encaminados hacia centros de refugio establecidos en Edmonton, capital de Alberta, a unos 400 kilómetros de Fort McMurray.

“Los incendios siguen siendo fuertes y no esperamos lluvias en los próximos días”, advirtió el primer ministro canadiense Justin Trudeau en una conferencia de prensa.

Fuego, humo y destrucción

Los primeros evacuados que llegan hasta Wandering River, una pequeña localidad a 200 kilómetros al sur de Fort McMurray, cuentan que el viaje ha sido no sólo una odisea por las condiciones difíciles en medio de intensas humaredas, sino también por el panorama desolador que vieron a su paso.

Una de ellos, Margarita Carnicero, dijo que vio escombros “ennegrecidos y humeantes” dispersos en medio de una ciudad vacía.

Greg Stengel, empleado de una compañía petrolera, agregó que “el viaje fue complicado para los pulmones a causa del humo en la carretera”.

Hasta ahora las autoridades no han reportado muertos ni heridos graves como resultado del incendio o de la evacuación.

Las autoridades anunciaron el jueves la evacuación total de la ciudad de 100.000 habitantes, advirtiendo que no podrán regresar a Fort McMurray durante un buen tiempo, pues se prevé que los daños que deje el fuego sean considerables. Mientras se completaba la evacuación de la ciudad, grupos de bomberos apoyados por aviones y helicópteros lanza-agua, continuaban en la tarea de tratar de controlar cerca de 50 focos ígneos que permanecían activos en la provincia de Alberta.

Los servicios de socorro de Alberta dijeron este viernes que otras 20.000 hectáreas han sido afectadas por el fuego, con lo que suman cerca de 100.000 las que arden en toda la provincia. Las llamas han arrasado sectores enteros y en algunos barrios sólo quedan cenizas y carcasas calcinadas según las imágenes suministradas por los bomberos.

En los inmensos bosques, sus árboles se transforman en verdaderas antorchas flameantes de entre 30 y 40 metros de altura.

 

Fuente: Noticias Argentinas

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