Bancos y empresas estatales también salen a endeudarse en el exterior
AYSA, la compañía estatal que ofrece servicio de agua en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano, saldrá a colocar bonos en dólares en el mercado internacional. Incluso ya eligió a los bancos que se encargarán de la transacción: Deutsche y Bank of America. Aunque tiene una autorización para buscar USD 1.000 millones, se estima que finalmente será la mitad de ese monto como máximo, al menos esta primera transacción.
De esta forma, la empresa saldrá a buscar recursos para el ambicioso plan de infraestructura que tiene por delante en los próximos años, incluyendo la ampliación del servicio de cloacas en una importante cantidad de partidos del Conurbano bonaerense. También un gran caño a orillas del Riachuelo que evitará que la cuenca se siga contaminando.
La decisión oficial es que esas obras no dependan de recursos del Tesoro sino que también puedan obtenerse de los mercados de capitales. En vez de que sea el Gobierno el que sale a buscar los fondos es una compañía controlada en un 100% por el Estado.
La incógnita que está latente en relación a este bono “cuasi soberano” es qué premio deberá pagar el emisor a los inversores. Se estima que el título será emitido a cinco años de plazo y la sobretasa podría ubicarse entre 1,5 y 2 puntos porcentuales por encima del título emitido por el Gobierno nacional a un plazo similar. Recién cuando se cierre la colocación quedaría más claro si tiene sentido que vaya una empresa 100% estatal al mercado a financiarse en vez de que lo haga el propio Gobierno y luego gire los fondos a la compañía.
“Los intereses de esta deuda estarán a cargo de AYSA, al igual que el capital, por lo tanto ayuda para que el Gobierno nacional no esté comprometida a girarle recursos a la compañía. Y eso redundará en un manejo más austero del gasto”, señaló Sebastián Maril, de Research for Traders. Claro que en caso de un incumplimiento de pago sería el propio Gobierno quien debería hacerse cargo de esa deuda.
También el presidente del Banco Nación, Javier González Fraga, anunció que este año la entidad hará su debut en los mercados internacionales. Hasta ahora no lo había hecho porque se habían privilegiado las colocaciones de deuda de su única accionista, el Estado nacional.
Pero todo cambió luego de los $ 20.000 millones que la entidad deberá girarle al Estado, provenientes de su capital. Esa transacción generó mucho ruido cuando se anunció el año pasado, pero al mismo tiempo resulta importante para achicar el déficit fiscal, ya que representa un ingreso extraordinario para el Estado.
Esta aporte al Tesoro, al ser una reducción patrimonial, le quita capacidad prestable, por lo que la única forma que tiene el Banco Nación para sostener su capacidad crediticia es consiguiendo fondeo en el exterior, tanto en dólares como en pesos. Pero está previsto que esto suceda en la segunda mitad del año, cuando ya el Tesoro haya conseguido la mayor parte de lo que precisa para cubrir el déficit fiscal en el primer semestre.
El Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) acaba de colocar un bono por $ 1.600 millones en el mercado local, pero ya anunció que está en sus planes hacer lo propio en el mercado internacional. Esta entidad de segundo piso que también controla el Estado en un 100% dedica la totalidad de los recursos que consigue a financiar al sector productivo y en particular a las PYME. Claro que también requiere capital o tomar financiamiento internacional, ya sea de entidades especializadas por ejemplo en otorgar fondeo barato para apoyar al comercio exterior o directamente en los mercados de capitales.
Estos bancos y compañías estatales buscan así aprovechar la buena receptividad que existe en los mercados para comprar activos argentinos. Y se supone que estos emisores cuasi soberanos aprovecharán esa reducción de tasas, en mayo o menor medida.
Pero además varias empresas saldrán a abrir su capital aprovechando el buen momento de la Argentina ante los ojos de los inversores locales y de Wall Street. Corporación América Airports, la empresa que preside Eduardo Eurnekian, ya comenzó el road show para la colocación de sus acciones en Nueva York. Se espera que el “closing” de la trasnacción, es decir el cierre, se produzca antes de fin de mes.
Por su parte Gennneia, la compañía de energía alternativa que maneja el banquero Jorge Brito, anunció a la Bolsa porteña que tratará en su asamblea de accionistas del 7 de febrero la posibilidad de una apertura de capital accioniario, tanto en el mercado local como en el internacional. La otra empresa que anunció que irá en la misma dirección es Bioceres, una compañía de biotecnología que podría convertirse en un nuevo “unicornio” es decir una empresa tecnológica con una valuación superior a los USD 1.000 millones.