Los casos de tuberculosis en la Argentina aumentaron un 6% entre 2015 y 2017
Los casos de tuberculosis en la Argentina aumentaron 6% entre los años 2015 y 2017, según indicó la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria. “La tuberculosis continúa siendo una enfermedad con gran incidencia a nivel mundial, lo que la convierte en una de las de mayor morbimortalidad”, dijo la asociación, a propósito del Día Mundial de la lucha contra la Tuberculosis, que se conmemora hoy.
La bacteria que causa la tuberculosis fue descubierta por el alemán Roberto Koch, que presentó su hallazgo el 24 de marzo de 1882. Se trata del bacilo Mycobacterium tuberculosis, o Bacilo de Koch (BK). La enfermedad es una de las más antiguas que afectan a los seres humanos. A pesar del progreso generado en su erradicación, es todavía un problema global.
Se estima que hay 9 millones de casos nuevos por año, según datos de la OMS. Además, la tuberculosis es la novena causa de muerte en el mundo, y la primera, por encima del VIH, si se tienen en cuenta las enfermedades producidas por infección de un solo agente infeccioso.
En la Argentina, las provincias más afectadas por la tuberculosis son Salta, Jujuy, Formosa y Buenos Aires. En CABA, el área programática del Hospital Piñero es la más afectada, así como toda la zona sur. El 50% de los casos detectados corresponden a hombres y mujeres de entre 20 a 45 años.
Durante el año 2015 se registró un aumento de 0,4% de los casos de tuberculosis en el país. Durante 2016, el incremento fue más significativo: 5.9%. Ese año fueron 10.592 los nuevos casos registrados. “Es importante aclarar que hablamos de pacientes diagnosticados. Pero podría haber más enfermos sin diagnóstico”, dijo a LA NACION la Dra. María Cristina Brian, Médica Tisio-Neumonóloga.
En 2017, el Programa de Tuberculosis del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires asistió 2872 casos nuevos de tuberculosis. Los datos de 2017 a nivel nacional estarán disponibles en junio de este año.
“La vulnerabilidad social, el acceso limitado a los servicios de salud, la estigmatización, la falta de un marco sanitario acorde, el hacinamiento en las grandes ciudades y la discriminación, son algunos de los factores -inherentes a la micobacteria- que dan lugar a que esta enfermedad siga generando cada vez más casos”, indicó la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria. Los casos que representan la principal fuente de infección y transmisión en la población son los casos pulmonares.
Cómo se transmite
El bacilo Mycobacterium tuberculosis se transmite de persona a persona. El contagio más frecuente es por vía aérea: al toser, estornudar, escupir o hablar, el enfermo libera los bacilos, que pueden ser aspirados por personas sanas.
Para que el contagio sea efectivo, el contacto con la persona enferma debe ser diario, aclara el Ministerio de Salud. Además, cuando la persona enferma está en tratamiento, no contagia a otras personas. Y la tuberculosis no se contagia por compartir el mate, cubiertos, o vasos, con una persona enferma.
Por otro lado, el bacilo Mycobacterium tuberculosis puede permanecer en vida latente durante años, sin generar síntomas, y sin generar contagios. Si bien la persona infectada no está enferma, es una persona sana infectada, y puede enfermarse ante ciertas situaciones que activen la enfermedad, como el stress.
Síntomas y tratamiento
Según el Ministerio de Salud, los síntomas incluyen:
Fiebre
Sudoración por la noche
Cansancio permanente
Pérdida de peso
Falta de apetito
“Ante la persistencia de tos durante más de 15 días, es importante consultar en un servicio de salud, para realizar un estudio muy sencillo (estudio del catarro) y empezar el tratamiento lo antes posible, de ser necesario. El estudio del catarro y el tratamiento para la tuberculosis son gratuitos en todos los centros de salud y hospitales públicos del país”, indica el Ministerio.
El tratamiento dura seis meses y consiste en tomar una medicación. Se observan mejoras entre las dos o tres semanas.
Para ayudar a prevenir la tuberculosis, a su vez, hay que vacunar a los recién nacidos con la vacuna BCG, controlar a todos los contactos cotidianos de una persona que tenga tuberculosis, y cubrirse la boca al toser o estornudar.