Día Mundial de la Salud: ¿qué es la Cobertura Sanitaria Universal?
La Organización Mundial de la Salud cumple este sábado 70 años e impulsa en todos los países la CSU bajo el lema #SaludParaTodos. ¿Cuáles son sus críticas?
Este 7 de abril es el Día Mundial de la Salud, fecha en la que se conmemora el aniversario de la creación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que este año impulsa el lema #SaludParaTodos.
Es que según la OMS, todavía la mitad de la población mundial no tiene acceso a los servicios de salud que necesita, lo que empuja a millones hacia la pobreza al tener que pagar de su bolsillo los gastos sanitarios.
Por eso impulsa que todos los habitantes de cada región tengan acceso a la salud a través de la implementación de la Cobertura Sanitaria Universal (CSU). Para eso, la fundación pide a los líderes mundiales que se comprometan a adoptar medidas concretas para promover la salud de todas las personas.
¿Qué es la CSU?
La CSU, materializada a través de un carnet o tarjeta electrónica, busca que todas las personas y comunidades reciban los servicios de salud que necesitan sin tener que pasar necesidades financieras para pagarlos.
Su objetivo es proteger a las personas de las consecuencias financieras que puede tener el pago de los servicios de salud y así reducir el riesgo de que se empobrezcan a causa de alguna enfermedad inesperada que exija la utilización de los ahorros de toda una vida.
Polémica en la Argentina
Argentina es uno de los países que ya está avanzando con la implementación de la CSU con un programa piloto en Mendoza. Según datos oficiales, el proyecto beneficiará a 15 millones de argentinos que se atienden en hospitales y centros de salud públicos y que no cuentan con servicio médico de prepagas u obras sociales.
De acuerdo a lo informado por el ministerio de Salud, la CSU otorga el beneficio de contar con un médico de cabecera, lo que implica el seguimiento de cualquier enfermedad. En caso de urgencia o de que el médico no esté presente, el paciente contará con una historia clínica digitalizada a la que se podrá acceder desde cualquier punto del país. Luego de Mendoza, se unirán Santiago del Estero y la provincia de Buenos Aires.
¿Un intento de privatización?
Sin embargo, desde sectores gremiales y profesionales criticaron la eficiencia de la CSU y apuntaron contra las intenciones del Gobierno de privatizar la salud.
El médico y titular de la Federación de Profesionales de la Salud de la República Argentina (Fesprosa), Jorge Yabkowski, habló con minutouno.com y puso en duda que la implementación de la CSU baje el gasto de bolsillo de la población y enumeró a Colombia, Perú y México como ejemplos.
Según Yabkowski, en Colombia el gasto de la población subió entre un 15 y 30 por ciento y además cerraron hospitales públicos ya que “con este carnet o seguro la gente no va a los hospitales y muchos de los centros que hacían importantes investigaciones debieron cerrar por falta de financiamiento”.
“La CSU lleva al crecimiento del negocio privado, a una restricción y segmentación de la atención de la población, al cierre de los establecimientos públicos, favorece el ajuste dentro del Estado porque disminuye el presupuesto histórico de hospitales y centros de salud y en definitiva no mejora la calidad sanitaria. Por eso a nivel mundial y local decimos que esto va al fracaso”, consideró.
Respecto a la implementación de la CSU en la Argentina, el titular de Fesprosa fue tajante y aseguró que “en primer lugar no es universal” ya que excluye por decreto a los asegurados de las obras sociales y las prepagas, es decir que es sólo para los 15 millones de argentinos que no tienen cobertura.
En segundo lugar, señaló que no tiene financiamiento ya que “esos 8 mil millones de pesos que se instauraron como fondo de inicio están en manos de un fidecomiso que todavía no se ejecutó”. “En tercer lugar fue una política no discutida porque se sacó por decreto”, criticó Yabkowski.
Por eso exigió que la OMS y el Banco Mundial se enfoquen en los reales determinantes sociales como la exclusión, el hambre y la pobreza con una salud verdaderamente universal, gratuita e igualitaria de calidad con profesionales bien pagos, no precarizados y que estén trabajando con un convenio colectivo y un salario digno.