Gobiernos latinoamericanos pidieron respetar las instituciones en Brasil
La comunidad internacional hizo este jueves un llamado a la calma y de respeto a las instituciones en Brasil, tras la suspensión de la presidencia de Dilma Rousseff.
Principal economía de América Latina y una de las potencias emergentes del mundo, Brasil atraviesa una grave crisis política y económica que este jueves desembocó en la separación del cargo de la presidenta Rousseff, para ser sometida a un juicio político de destitución acusada de maquillar las cuentas públicas. Este mismo jueves Michel Temer, hasta ahora vicepresidente, asumió la presidencia de manera interina por un período de hasta 180 días. Si Rousseff es finalmente destituida, Temer completará el mandato que concluye al final de 2018.
Argentina, el principal socio de Brasil en la región, declaró su respeto “al proceso institucional que se está desarrollando” y se dijo confiado “en que el desenlace de la situación consolide la solidez de la democracia brasileña”, según un comunicado de la cancillería.
Por su parte, Colombia expresó su deseo de que se preserve “la estabilidad” y la “institucionalidad democrática” en Brasil. “La estabilidad de Brasil es muy importante para toda la región por su influencia y liderazgo”, subrayó la cancillería colombiana.
Los gobiernos de izquierda de América Latina, como Venezuela, Cuba, Ecuador y Nicaragua, expresaron abiertamente su solidaridad con Rousseff y calificaron como un “golpe de estado” el proceso en su contra.
El gobierno de Cuba calificó el proceso como un “golpe de estado parlamentario-judicial” y declaró que “Dilma, (el expresidente Luiz Inacio da Silva) Lula, el Partido de los Trabajadores y el pueblo de Brasil cuentan y contarán siempre con toda la solidaridad de Cuba”.
Por su parte, el presidente nicaragüense Daniel Ortega sostuvo que la situación de Brasil es un “drama, una comedia, una tragedia, un mamarracho jurídico y político”.
Más comedido, el presidente ecuatoriano Rafael Correa expresó la “profunda preocupación” de su gobierno y respaldó a Rousseff, “legítima depositaria del mandato popular expresado en las últimas elecciones democráticas, y contra la que no pesa, hasta el momento, una sola imputación”.
Venezuela rechazó el “golpe de Estado parlamentario” en Brasil
Venezuela manifestó este jueves su “rechazo categórico” a lo que consideró un “golpe de Estado parlamentario en Brasil que, mediante farsas jurídicas de las cúpulas oligárquicas y fuerzas imperiales, pretenden el derrocamiento de la presidenta, Dilma Rousseff”, según un comunicado de la Cancillería.
El gobierno del presidente chavista Nicolás Maduro, un aliado político de Rousseff, señaló que se está “sustituyendo la soberanía popular, poniendo en riesgo la constitución y la democracia”. El mandatario venezolano, así como su antecesor Hugo Chávez (1999-2013), forjaron amplios lazos comerciales y políticos con los gobiernos tanto de Rousseff como del expresidente Lula da Silva, todos de ideología de izquierda.
Para la cancillería venezolana, la separación de la presidenta brasileña de su cargo es “una arremetida motivada por la venganza de aquellos factores que perdieron las elecciones y que son incapaces de llegar al poder político por otra vía que la fuerza”. A esto añade que Rousseff cuenta con “el acervo moral, la dignidad y la histórica capacidad de lucha” para ser “garantía para la democracia, las conquistas sociales del pueblo brasilero y la unidad nuestroamericana”.
El comunicado asegura que el supuesto golpe contra Dilma ha sido planificado desde que llegó al poder con acciones como “el sabotaje, la desinformación, y la mentira”, que incluyeron “el extremo de pretender impedir la realización en Brasil de eventos deportivos de gran trascendencia mundial, con el propósito de desprestigiar al gobierno y sus autoridades”.
Finalmente Venezuela hizo un llamado “a los pueblos del mundo” a prepararse para “la defensa de la democracia, de la presidenta Dilma Rousseff y de los procesos de unidad e integración entre nuestros países”.
Fuente: Noticias Argentinas