Mientras suena como candidato presidencial, Roberto Lavagna se paseó con un toro en La Rural
Mientras algunos insisten con la posibilidad de que Roberto Lavagna acepte una candidatura presidencial, él está ocupado en otros menesteres.
Empujado por su mujer desde hace muchos años pasa los fines de semana en su casa de Máximo Paz donde junta a sus hijos y nietos a comer asado.
Es en esos asados donde su mujer, Claudine, se queja porque para ‘zafar’ de las demandas políticas los Lavagna le atribuyen a ella el poder de veto. Dicen que el ex ministro ha dicho que en marzo decidirá su futuro pero “si mi mujer me deja”.
Claudine y Lavagna tienen juntos una cabaña chiquita de genética, La Clo, que es como el ex ministro de Economía llama a su mujer.
El fin de semana pasado Lavagna estuvo en La Rural para presentar un toro Aberdeen Angus. Suele recorrer exposiciones por toda la provincia de Buenos Aires, muchas veces acompañado por Eduardo Pérez, su ex secretario de Legal y Técnica en Economía que también tiene un campito en Máximo Paz.
La que empezó con todo fue Claudine Marechal cuando sus nietos tenían un año y su marido arrancaba con Eduardo Duhalde en el Gobierno. Una de sus nietas tenía miedo a los animales y ella propuso buscar un campo de fácil acceso. Arrancaron con un rodeo de 26 vacas y después cambiaron por una cabaña con dos vacas y un toro que por falta de experiencia no supieron cuidar y alimentar. Entonces se pusieron a estudiar para poder llevar sus toros a las grandes ligas.
Juran que no es más que un entretenimiento y que está fuera de competencia. ¿Hablarán de los toros o de política?