Aceleran el proceso de ingreso a la convertibilidad móvil
El Fondo Monetario Internacional (FMI) resolvió suspender el segundo desembolso del mega crédito a la espera de cerrar un nuevo acuerdo, que recién llegará con la aprobación de un Presupuesto 2019 creíble en los términos que estableció la directora gerente del organismo, Christine Lagarde.
La decisión sorprendió este viernes al mercado, que reaccionó con una nueva corrida contra el peso que llevó el valor del dólar a 40,52 según el promedio que informa el Banco Central de la República Argentina (BCRA), y mantuvo en escena la teoría de una posible convertibilidad o dolarización como sugirió ahora el autor del plan original Domingo Cavallo.
Hubo también este viernes quienes recordaron cuando el FMI suspendió en diciembre de 2001 el desembolso también del segundo tramo del acuerdo vigente, en aquella oportunidad por 1.264 millones de dólares, y que aceleró la caída del gobierno de Fernando de la Rúa y el fin de la convertibilidad apenas tres semanas después.
La estrategia del equipo económico sigue la misma línea de acción trazada en el primer acuerdo con el FMI firmado en junio pasado, que se concentra en limpiar el balance del BCRA y apurar el déficit cero del Gobierno nacional.
El Central informó que el próximo martes, en la renovación de Lebac, solo ofrecerá la suscripción de 150 mil millones de pesos a ahorristas (la mitad de lo que vence). Los bancos deberán suscribir las Notas del Banco Central (NOBAC) que podrán dejar en parte de los encajes (dinero inmovilizado) generando un déficit cuasifiscal. En total, quedarán dando vuelta unos 150 mil millones de pesos que el mercado espera se vuelquen en los días siguientes al dólar. Como forma de evitarlo, Economía ofrecerá una tasa atractiva para la suscripción de Letras de Tesorerías (Letes).
En la operación de blanqueo del Central, la deuda generada por las Lebac de Federico Sturzenegger pasarán a ser Letes a cargo del Tesoro, convirtiendo una deuda cuasifiscal (que afronta el Banco Central) en fiscal (que se pagará con los impuestos de los argentinos).
Está por verse cuánto de los 150 mil millones de pesos se volcarán al dólar. La estimación es que la mayor parte. El presidente del BCRA, Luis Caputo, dijo que venderá todos los dólares necesarios. Por ahora sin un precio fijo, pero llevando la devaluación de escalón en escalón. El viernes vendió en total 281 millones de dólares y limitó el aumento a 21 centavos. En el acumulado de la semana el dólar lleva un incremento de 7,2 por ciento.
Recién cuando termine el proceso de desarme de las Lebac se empezará a evaluar el punto de equilibrio del peso para ingresar en la nueva etapa de la política monetaria asociada a la convertibilidad, siempre que en paralelo se logre el Presupuesto creíble y el Fondo y el Tesoro de Estados Unidos renueven la confianza con un nuevo acuerdo.
Con el BCRA “limpio” sin nueva emisión de pesos, y las reservas reforzadas por créditos internacionales se podrá saber el valor real del dólar, a partir del cuál solo se moverá en función de la inflación, para evitar una nueva apreciación del peso como pasó en los ’90.
La depreciación del peso tiene consecuencia sobre el valor de los activos, como lo reflejó la caída brutal del patrimonio medido en dólares del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS). Un informe de la ANSES reveló que perdió unos 17.691 millones de dólares en los primeros seis meses del año por la devaluación.
El fondo alcanzó una capitalización de 1.371 billones de pesos, con un crecimiento de 8,3% en el segundo trimestre y del 14% en todo el primer semestre de 2018. Pero frente a un dólar que aumentó 100%, el resultado es una pérdida de valor en divisas.
Esa misma pérdida de patrimonio sufren todas las empresas argentinas, que quedan a merced de compras hostiles. Será la famosa lluvia de inversiones, solo que en lugar de llegar al país para ampliar la capacidad productiva se limitará a la compra de los activos existentes.