Se cumplió la segunda audiencia por la causa “Balacera de Azopardo”
Durante la segunda audiencia del juicio de la causa “Balacera de Azopardo”, se presentaron solo dos de los cinco testigos citados. Tras sus declaraciones la exdirigente kirchnerista Milagro Sala pidió la palabra, apuntó contra la justicia e indicó que no se respetan sus derechos.
Los sargentos de la Policía -Juan Miranda y Aldo Peñalva-, prestaron declaración. El primero reseñó que aquella mañana, a bordo de tres vehículos (un Renault Kangoo, Renault Clio y Fiat Uno) un grupo de personas se encontraban discutiendo sobre calle Zenta y Eva Perón. Ubicó entre esas personas a Alberto Cardozo y a una persona que portaba un revólver que llegó en el automóvil Clio, y que una vez dada la voz de alto, se fugaron en distintas direcciones. No lo identificó a Ávila.
Por su parte, Aldo Peñalva dijo “a Cardozo lo conozco porque hace 11 años trabajaba en Azopardo. En aquella mañana estaba apostado en el carromato cerca de la cancha de fútbol y dos grupos antagónicos se enfrentaron en esas adyacencias (en uno estaba Cardozo, el de mayor número). Se pelearon con piedras hasta que uno de ellos hizo un disparo al aire, se subió a un auto Fiat Uno color verde y emprendió rumbo a toda velocidad. El hecho fue posterior al incidente donde hirieron a la menor Pamela”
Los otros tres testigos citados son William Aguilera (fallecido), Fabián Herrera Vargas quien deberá ser llevado por la fuerza pública porque no brindó explicaciones de su ausencia y Jorge Galván quien actualmente reside en Dock Sud, Buenos Aires. Se reprogramarán sus citaciones y deberan comparecer ante la justicia.
Por otra parte, se resolvió Jésica Páez, hija de Rafael Páez -quien estuvo implicado en la causa- preste declaración próximamente. Su defensa había solicitado hacerlo por videoconferencia ya que la mujer está en el Programa Nacional de Testigos (al que Jujuy no está adherido), pero las defensas de Ávila y Sala no aceptaron, por lo que se definió que sí declare en la sala.
Tras las declaraciones, la exdirigente kirchnerista Milagro Sala pidió la palabra y explicó que durante la audiencia por “Pibes Villeros”, el otro juicio en su contra que se realizó el martes, su esposo Raúl Noro tuvo un pico de presión y debió ser llevado por el SAME también problemas gástricos.
“Psicológicamente yo no estoy bien, siento que estoy siendo avasallada y basureada por esta justicia. Estoy sufriendo los embates de la política de Gerardo Morales y su justicia. Me están viendo como una delincuente y narcotraficante y no cómo un ser humano”