Tips para preparar las materias previas
Se acerca febrero y es un buen ejercicio repasar las metas que nos proponemos y los métodos para lograrlas. Estudiar en verano no es tarea fácil, y mucho menos si la materia no genera interés. Para aquellos adultos que se encuentran en proceso de acompañar el crecimiento de los chicos, sea por padres y madres o bien por docentes, es importante ser claros y precisos al momento de comunicar metas y objetivos.
“La motivación es un factor fundamental en el aprendizaje. Cuando los estudiantes se sienten atraídos e involucrados, es mucho más fácil y natural el desarrollo de nuevas habilidades, e incluso el interés por contenidos que antes no resultaban atractivos. Por eso en el marco de estrategias como las que plantea el método SMART, es importante estar atento a los intereses y progresos de los alumnos para mantener su motivación”, explica Hugo Martínez, profesor y director pedagógico de Colegium*
Para facilitar el acompañamiento ante determinados propósitos, como la preparación de materias en el verano, el método SMART permite construir fácilmente una estructura y un camino para cumplir cada una de las metas propuestas. Las etapas de este método son:
S= Specific
Específico: A la hora de proponer metas, debemos especificar con claridad qué es lo que se quiere lograr, y no dejar esto sujeto a una interpretación amplia: cuánto más amplio es el abanico de posibilidades, menos probable es que se logren las metas.
Hay que empezar de a poco: tener en cuenta qué asignatura es la más débil y fortalecer las formas de estudiarla: si no se entiende el contenido, puede que esté errado el método de explicación. Cada niño y niña es distinto al momento de comprender los diferentes temas.
Al establecer objetivos finitos se puede hacer un mayor seguimiento para que los chicos no se sientan abrumados y trabajando por un imposible.
M= Motivating
Motivador: La cantidad de tareas, ejercicios y lecturas depende de la motivación que tengan los niños y niñas en lograr su objetivo. Es por eso que los padres y docentes son esenciales al momento de animar e inspirar. Para alimentar la motivación es una buena idea relacionar el contenido con el interés de los chicos: para esto es clave la conversación con cada uno de ellos, y entender que por más pequeños que sean tienen sus propios intereses y preferencias.
Para lograr este objetivo también es muy importante que haya una comunicación fluida entre la escuela y la familia: en cada ámbito los chicos actúan de forma distinta y manifiestan distintos gustos e intereses.
A= Attainable
Alcanzable: Es importante ser realista para evitar decepciones. Si las notas son muy bajas, la meta debe estar puesta en llegar a un aprobado, y no en obtener calificaciones altas. Un buen ejercicio es definir exactamente la nota a la que se quiere llegar. Mejorar el rendimiento general y sentirse orgulloso de este logro, motiva a largo plazo, para encarar el año siguiente con buenas notas desde el principio, sin correr detrás de los promedios. Es importante no compararse con otros alumnos: cada uno va a su tiempo y tiene facilidades para una u otra especialidad. Hay que superar las debilidades y aprovechar las posibilidades propias.
R= Relevant
Relevante: Antes de establecer objetivos es positivo rever si la meta planteada es realmente útil para el desarrollo del niño o niña: lo ideal es que cada paso construya y no tener que volver hacia atrás. Todos podemos equivocarnos, por eso al momento de establecer metas para acompañar a los chicos, es clave compartirlas con otros padres o bien con algún docente de confianza.
T= Trackable
Rastreable: Hay que asegurarse de ir midiendo el progreso: festejar cada logro genera más confianza. Aunque no se haya llegado a la meta, sentir el avance es motivador para continuar en la misma dirección. Siguiendo la misma idea, cuando se cometen errores es importante revisar lo que se hizo mal, sin condenar, sino para mejorar y ajustar la estrategia.