El Gobierno habilitaría un “corredor sanitario” especial para Boca para que pueda jugar contra Banfield
Luego de algunas acusaciones cruzadas, el Ministerio de Salud aprobó el corredor sanitario para que Boca se presente con su plantel profesional a jugar el partido del sábado contra Banfield por la segunda fecha de la Liga Profesional.
Si bien el ente había exigido al Xeneize que realice un aislamiento de 7 días por haber viajado a Belo Horizonte por la Copa Libertadores, escuchó los argumentos del club que sostenía que la burbuja sanitaria no se había roto en ningún momento.
La comitiva boquense se enteró de la orden de confinamiento de una semana cuando puso el primer pie en el aeropuerto de Ezeiza el día miércoles por la tarde. Desde allí el grupo se dirigió hasta el Hotel en el que habitualmente se concentra cerca de la Bombonera antes de cada encuentro oficial. Jugadores, cuerpo técnico, colaboradores y directivos quedaron a merced de la decisión de las autoridades de turno de cara a los siguientes dos compromisos por la liga local.
En un principio, los dirigentes del Xeneize pidieron la postergación de los dos cotejos amparándose en el artículo 29.2 del Reglamento de la Liga Profesional, que afirma que “los clubes no podrán solicitar la suspensión por cuestiones vinculadas a la pandemia COVID-19, salvo que las autoridades gubernamentales impidan la realización del mismo”.
Luego de extensas conversaciones con Marcelo Tinelli, presidente de la LPF, desde Boca afirmaron que tenían “de manera verbal” el OK para posponer sus citas, algo desmentido horas después por el conductor televisivo a través de un duro comunicado.
Boca estaba decidido a no disputar ninguno de los encuentros con futbolistas juveniles. Para la dirigencia, era postergación o presentación con los profesionales que habían sido aislados bajo la norma del corredor sanitario.
La información que surgió en las últimas horas es que esta situación fue contemplada puesto que todos los integrantes de la delegación están siendo testeados permanentemente e irán del hotel a la cancha o, a lo sumo, a un campo de entrenamiento, sin romper la burbuja.