Las 5 claves para que los niños tengan un buen año escolar desde su salud
La escuela es un lugar donde los chicos pasan gran parte del tiempo durante su infancia y adolescencia, por eso es importante tener en cuenta algunas precauciones para que esta estadía sea saludable.
Los niños toman a la escuela como un lugar donde aprenden a desarrollarse cognitivamente, implementan habilidades sociales y se transforman en individuos independientes. También es un espacio donde pueden adquirir gérmenes y enfermedades que transfieren entre sí debido a la gran cantidad de tiempo que pasan juntos en sectores comunes, como las aulas o los comedores.
Asegurarse de tomar las precauciones adecuadas es sumamente importante para que este año escolar sea saludable. Por eso, la Sociedad Argentina de Pediatría lanzó algunos consejos que resultan importantes para seguir.
- Hacer un control y seguimiento regular en caso de que el niño tenga alguna enfermedad. Además, pedirles a los médicos que escriban un informe con las indicaciones de las medidas que tiene que tomar la escuela por esta condición, para que puedan compartir esto con los docentes y profesionales de salud escolar.
- Avisarle a la escuela si el niño toma alguna medicación y/o padece alguna enfermedad que requiriera de controles permanentes especiales en el horario escolar, así como indicaciones y alertas de cómo actuar y a quién comunicarle cualquier anomalía o emergencias.
- Mantener una comunicación constante con la escuela y sus referentes.
- Aportarle a la escuela los datos sobre algunas situaciones de salud del alumno y/o de la familia, que pudieran llegar a generar dificultades en su situación personal y, por lo tanto, en sus aprendizajes (enfermedades personales y/o familiares, situaciones emocionales difíciles por las que pase el alumno y su familia, etc).
- Tener una alimentación saludable en casa, donde los desayunos tengan un rol imprescindible.
La salud emocional es fundamental y no puede descuidarse
Otro apartado que es igual de importante para los niños es la salud mental, que incluye el bienestar emocional y conductual. Afecta en la forma que uno piensa, siente y cómo se comporta, además de cómo se relaciona con los demás, afronta el estrés y toma decisiones saludables.
“Preparar a nuestros hijos para que tomen conciencia sobre su propia salud emocional y la de los demás es importante. Es necesario hablar sobre las cosas que nos hacen sentir incómodos o vulnerables. Entonces ellos pueden aprender que sentirse ansiosos, preocupados, tristes o enojados no es necesariamente algo malo, sino que es parte de la experiencia humana”, plantea Emily Smith, médica de familia en McLaren Greater Lansing Primary Care – Okemos