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Kuczynski se dirige lentamente a un triunfo en Perú

El centroderechista Pedro Pablo Kuczynski se dirigía lentamente el miércoles hacia un probable triunfo en el balotaje presidencial de Perú, con una leve ventaja frente a su rival, la populista de derecha Keiko Fujimori, quien matemáticamente aún puede voltear el resultado.

Tres días después de la elección y con el 99,5% de las actas procesadas, el candidato del partido Peruanos por el Kambio (PPK) obtenía un 50,12% de los votos contra 49,88% para la aspirante de Fuerza Popular (FP), hija del encarcelado expresidente Alberto Fujimori, según los últimos resultados difundidos por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE). Unos 42.000 votos los distancian.

Cuando la ONPE llegue al 100% de este conteo, probablemente el jueves, aún habrá que considerar que algunas de las actas, en torno al 1% del total, están impugnadas y son sometidas a una revisión paralela por un tribunal electoral para validarlas o no.

Restando las actas observadas, la ONPE mantiene un cálculo paralelo al que llama actas contabilizadas, que va en 98,5%. Es al final de este conteo que oficialmente se tendrá a un ganador.

Los votos observados representan unos 200.000 y, matemáticamente pueden hacer la diferencia. Aunque analistas consideran que, para que ello ocurra, Fujimori debe hacerse del 70% de esos votos, algo “materialmente imposible”, según el director de Ipsos Perú, Alfredo Torres.

 

Cautela

El equipo de PPK ya confía en el triunfo. “Tenemos una ventaja que nos da como ganadores, pero somos respetuosos de las instituciones y vamos a esperar a que se llegue al proceso de 100% de actas”, dijo el miércoles Martín Vizcarra, primer vicepresidente de la fórmula de PPK.

La mañana del miércoles, Vizcarra y la segunda vicepresidenta de la fórmula, Mercedes Aráoz, acudieron al Jurado Nacional de Elecciones, instancia final de revisión de las actas observadas. Vizcarra dijo a la prensa que acudían al tribunal para velar por la imparcialidad y que se cumplan los plazos. “Respetamos las instituciones pero pedimos celeridad”, agregó al dejar el tribunal.

Por su parte. Kuczynski y Fujimori preferían la cautela y no se pronunciaban sobre las cifras.

Pese al panorama aparentemente adverso, los fujimoristas mantenían el optimismo. “Evaluamos que tenemos muy buenas esperanzas, estamos optimistas y vamos a mejorar nuestra performance”, dijo el martes Pedro Spadaro, uno de sus voceros, tras reunirse con la candidata.

Spadaro aseguró que, además de algunas actas con votos del extranjero, faltan llegar votos del VRAEM, el valle de la selva central peruana donde opera el narcotráfico y sirve de refugio a los remanentes de la guerrilla Sendero Luminoso, a quienes Fujimori padre enfrentó. Explicó que en ese sector el fujimorismo ha ganado ampliamente.

La ONPE informó que tanto asuntos de seguridad como geográficos dificultan el traslado desde esa zona de las actas, muchas de ellas hacen parte de su recorrido vía fluvial.

 

Consenso

Pedro Pablo Kuczynski, exbanquero de Wall Street y exministro de Economía, sabe que en caso de victoria deberá tender puentes con el fujimorismo, que controla 73 de los 130 escaños del Congreso que asume el 28 de julio y en el cual su partido tiene sólo 18 representantes.

“Buscaremos a los mejores peruanos, independientemente de su orientación política, para construir un Perú mejor”, ha dicho Aráoz, quien admitió que en el PPK ya trabajan en la formación de un equipo para la transmisión de gobierno, el 28 de julio.

No obstante, la legisladora del fujimorismo, Luz Salgado, aseguró que primero tendrán que presentarles sus disculpas, por haberlos vinculado con el narcotráfico. “Vemos un doble discurso”, aseguró, mostrando aún un ambiente tenso entre ambas fuerzas.

El apoyo a Kuczynski puso en evidencia el rechazo que genera en la mitad de la ciudadanía peruana el clan Fujimori, que ha marcado la vida política del país a partir del autocrático régimen de Alberto Fujimori (1990-2000), quien purga una pena de 25 años por corrupción y crímenes de lesa humanidad.

Denuncias de lavado de dinero contra el exsecretario general del fujimorismo Joaquín Ramírez, y el intento por desacreditar esa acusación por parte de su candidato a la vicepresidencia, José Chlimper, perjudicaron a Keiko y evocaron viejas épocas del gobierno de su padre, cuando reinó la corrupción y la compra de voluntades.

A ello se suma una masiva marcha que hubo en todo el país para rechazar un eventual regreso de un Fujimori al poder.

Kuczynski recibió el importante apoyo de la popular dirigente de izquierda Verónika Mendoza, quien quedó tercera en la primera vuelta, y cuya agrupación política, Frente Amplio, consiguió 20 escaños en el Congreso. Será otra fuerza con la que tendrán que conversar.

 

Fuente: Noticias Argentinas

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