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La reforma electoral obtuvo dictamen de mayoría en Diputados

La Cámara de Diputados firmó el jueves el dictamen de mayoría del proyecto de ley de reforma electoral que permitiría implementar el voto electrónico en todo el país a partir de las elecciones legislativas del 2017, además de la paridad de género en las listas nacionales.

El oficialismo logró avanzar con la norma en el marco del plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Presupuesto y Hacienda, en el anexo C de la Cámara Baja, con el respaldo del Frente Renovador (FR) de Sergio Massa, el bloque Justicialista y el Frente Amplio Progresista (FAP). Esas bancadas de la oposición dieron el visto bueno en general a la propuesta del Ejecutivo, pero plantearon disidencias parciales.

En tanto, el Frente para la Victoria (FPV) y el Frente de Izquierda se pronunciaron en contra, aunque se mostraron de acuerdo con la paridad de género, que implica que las listas legislativas nacionales estén integradas, de manera intercalada, por hombres y mujeres.

Fuentes parlamentarias afirmaron que el frente Cambiemos confía en que la iniciativa será aprobada en las dos Cámaras, ya que el jefe de bloque del PJ-FPV, Miguel Ángel Pichetto, avaló la propuesta del voto electrónico.

No obstante, admitieron que el llamado “corralito de las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias)”, que le niega a los electores la posibilidad de cortar boleta en esa instancia, tendrá un trámite mucho más arduo y que podría quedar excluido del proyecto.

Además de la implementación del voto electrónico y la paridad de género, la reforma también contempla la eliminación de las “candidaturas dobles” y la aplicación de la veda en lo que respecta a publicidad de campaña en redes sociales.

“El proyecto no sólo implica el cumplimento de una promesa de campaña del actual presidente sino además un enorme paso hacia adelante en pos de la transparencia del proceso electoral”, destacó Pablo Tonelli, presidente de Asuntos Constitucionales. A la vez, resaltó que el nuevo sistema tiene como eje lograr mayor “certeza”, “seguridad” y “celeridad” en la difusión de resultados y en la realización del escrutinio, que ahora estará a cargo de la Cámara Nacional Electoral (CNE).

El aspecto de la reforma que generó un rechazo prácticamente generalizado de los bloques de la oposición fue la disposición de que en las PASO los electores se vean obligados a elegir alternativas solamente dentro de la interna de una coalición, sin tener la posibilidad de “cortar boleta”.

“No se puede hacer lo que se conoce como corte de boleta. Nos imponen ir a internas de un partido. En algunos casos, se los obliga a votar en blanco en algunas categorías”, se quejó la diputada del FIT Myriam Bregman, que puso como ejemplo el Movimiento Popular Neuquino, fuerza política provincial que en las últimas décadas no presentó candidatos a presidente.

Sin embargo, casi no tuvo objeción una modificación que prevé que en las PASO presidenciales sólo se elija al presidente, de manera tal que los candidatos vencedores en cada una de las internas presidenciales puedan comunicar su compañero de fórmula hasta 48 horas después de los comicios.

Tonelli se tomó un tiempo para detallar el proceso de votación con boleta única, que pondría fin a las papeletas sábana que se venían utilizando hasta las elecciones del 2015. “Se termina el problema de que se acaban las boletas, de que no hay quien las reponga. Hoy es un problema que en muchos casos obliga al elector a votar a un partido que no es de su preferencia o a votar en blanco. El Estado deja de ser un espectador de este problema y pasa a ser un garante de que el elector vote según su preferencia”, celebró.

Críticas a la vulnerabilidad del sistema

La diputada socialista Alicia Ciciliani compartió con el oficialismo la necesidad de “dejar definitivamente atrás la boleta única de papel”, pero advirtió que “hay una enorme vulnerabilidad y posibilidad de fraguar datos en la transmisión de datos”.

En cambio, el diputado camporista Juan Manuel Huss fundamentó su rechazo a la iniciativa al advertir que el chip informático adosado a las boletas “puede ser leído a la distancia” y que no fue explicado “ni qué sistema operativo, ni qué software ni que metodología se va a utilizar” para la puesta en marcha del nuevo régimen de votación. Su compañera de bancada, María Emilia Soria, desmintió que la aplicación de tecnología a los actos electorales sea una demanda que la gente “pida a gritos”, por lo que consideró una “irresponsabilidad total” desembolsar una “fortuna” en medio de la “crítica situación del país”.

El diputado salteño Alfredo Olmedo, en tanto, objetó la seguridad del sistema de voto electrónico al considerar que “a veces el chip” que lleva incorporada cada boleta “dice una cosa y lo que la gente imprime en la boleta dice otra”, y advirtió en este sentido que “el voto no es secreto porque tiene un chip y entonces se puede leer a la distancia”.

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