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Las claves del “recorte de impuestos más grande de la historia”

Tras la aprobación del presupuesto 2018 en el Senado, el Presidente de Estados Unidos aspira que sea la gran marca de su primer año de gobierno y sirva para darle un nuevo impulso a la economía de su país.

Donald Trump lo ha denominado “el recorte fiscal más grande en la historia de nuestro país” y lo ha caracterizado como “revolucionario”. Es la carta que se juega para darle un nuevo impulso a la economía estadounidense, recuperar empresas que se han marchado y atraer nuevas inversiones.

La reforma impositiva fue uno de los lemas de su campaña presidencial pero el drástico proyecto que anunció en abril tuvo que ser renegociado durante el verano boreal con los legisladores de su propio partido para culminar en un borrador apenas más moderado que comenzó a circular en el Capitolio a fines de septiembre y que cobró nuevos bríos esta semana, luego de que el Senado aprobara el presupuesto 2018, habilitara un déficit fiscal adicional de USD 1.500 millones para la próxima década (de acuerdo a la merma proyectada en la recaudación impositiva) y, sobre todo, reformase la reglamentación de la Cámara para permitir que la reforma fiscal pueda aprobarse por una mayoría simple de la Cámara alta (51 senadores, en vez de lo 60 que eran necesarios hasta ahora).

Los puntos principales del borrador enviado por la Casa Blanca, abierto a retoques en el Parlamento, incluyen:

Impuesto a la renta

Se reducen de siete a tres las escalas según el nivel de renta: serán 12% para los ingresos más bajos, 25% para los intermedios y 35% para los más altos, que actualmente tributan el 39%.
Se duplicarán las deducciones familiares libres de impuestos, que serán de
USD 12.000
para los solteros y de USD 24.000 para los matrimonios, y habrá también un aumento en los gastos por hijo que se pueden descontar.
Menos papeleo

Más allá de las mecionadas, desaparecerían la mayoría de la infinidad de deducciones actuales y quedarían sólo la de gastos de hipoteca, donaciones a insituciones caritativas, el pago de estudios superiores o las aportaciones a planes de jubilación. Así, se estaría cerca de otro de los objetivos expresados por Trump de
simplificar la voluminosa y compleja declaración impositiva actual para dejarla “en una sola hoja
“.
“Queremos una reforma de impuestos que favorezca el crecimiento, que favorezca los empleos, que favorezca a los empleados y a las familias, y que favorezca a Estados Unidos”, dijo Trump al presentar su plan durante un acto en Indiana.

Fin del “impuesto a la muerte”

Elimina el impuesto a las sucesiones o herencia, al que el gobierno de Trump define como el “
impuesto a la muerte
“.
Beneficios para empresas

Es la reforma más ambiciosa, ya que pone
un techo del 25% a los tasa impostiva que pagan las pequeñas y medianas sociedades y un 20% para las grandes corporaciones
. Habrá además deducciones inmediatas para las reinversiones empresariales y habrá incentivos para repatriación de los beneficios obtenidos por empresas estadounidenses en el extranjero.
“Recortaremos drásticamente la tasa impositiva a las empresas, para que las compañías y trabajadores estadounidenses puedan derrotar a nuestros competidores extranjeros y volver a ganar de nuevo”, dijo Trump. “Queremos una reforma de impuestos que favorezca el crecimiento, que favorezca los empleos, que favorezca a los empleados y a las familias, y que favorezca a Estados Unidos”, añadió.

La Casa Blanca estima en 6 mil millones de dólares la rebaja impositiva para las empresas e individuos, pero al mismo tiempo prevee que el fisco recupere al menos USD 4.500 millones gracias al aumento de la actividad comercial.

A pesar de las críticas que recibió el proyecto departe de los demócratas y de diversos analistas que consideran que el plan beneficiará enormemente a los ricos y casi nada a los sectores más pobres, Trump pondrá todo su empeño en aprobar la reforma antes de fin de año, en lo que sería todo un logro ya que desde 1986 ningún presidente logró avanzar con una modificación impositiva tan ambiciosa.

Con la nueva reglamentación, el bloque oficialista de 52 senadores republicanos debería ser una garantía. Pero, con esa misma mayoría, no logró derogar el programa de salud conocido como Obamacare, tal como era su deseo. En su primer año de gobierno, Trump no se puede permitir una nueva derrota legislativa.

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