Jujuy

Morales: “Cristina tendría que estar presa, hay que esperar que avancen los procesos”

El gobernador Gerardo Morales realizó un entrevista para el diario Clarín donde brindo algunas definiciones sobre la política local y nacional. Sus declaraciones fueron las siguientes:

– Después de que Cristina Kirchner juró en el Senado, le confirmaron el procesamiento en la causa Los Sauces, y ahora el juez Bonadio pidió su detención y desafuero por el pacto con Irán. ¿No tendría que haber hecho algo el oficialismo para impedir que asumiera y tuviera fueros?

-Para mí, Cristina tendría que estar presa. Hay que esperar que avancen los procesos. El Senado va a tener que resolver en algún momento este pedido de desafuero y deberá darse una respuesta institucional. Nos pasó mucho tiempo con Boudou, eran sesiones invivibles, indignas. Recién ahora los jueces se están animando. La caída de algunos jueces como Freiler, un gran corrupto, todas estas son buenas señales.

-A dos años de haber asumido, ¿cómo lleva esto de ser el primer gobernador radical de Jujuy desde 1983?

-Sí, desde la recuperación de la democracia soy el primer radical, en 32 años. Es una situación poco usual, tenemos un norte que es peronista naturalmente y en Jujuy hay una mayoría peronista, con un radicalismo fuerte, sobre todo anclado en la capital. Este cambio se dio con una integración en un frente de sectores importantes del peronismo, el vicegobernador es Carlos Haquim, peronista. Es una hermosa experiencia, un desafío.

-La “ola amarilla” de Cambiemos se fue corriendo del centro del país al norte, y a la Patagonia también…

– Sí, ha habido este efecto. El resultado de octubre fue muy importante, reafirma el cambio que se inició en 2015, pese a dos años muy duros. Hay expectativa de mucha gente, pese a medidas difíciles que se tomaron. Desde el exterior y del punto de vista de las inversiones se miraba este proceso electoral, con un resultado que dio tranquilidad a los acores económicos, de un rumbo que hay que seguir consolidando.

-Sin embargo, se habla más de inversiones, de lo que se puede ver efectivamente.

-Bueno, nosotros en Jujuy estamos con una inversión de US$ 1.000 millones en litio, otros US$ 400 millones en el proyecto minero de Pirquitas, US$ 400 millones en energía renovable del parque solar. Estamos en la ronda dos de RenovAr (proyectos de generación eléctrica) y vamos a superar los US$ 1.800 millones. Se está viendo una reactivación en este segundo semestre. La obra pública y la privada van a impactar fuerte el año que viene.

-Pero al lado de este discurso optimista, el pacto fiscal, que usted apoyó como casi todos los gobernadores y lo calificó de “histórico”, ya aprobado en el Senado, apunta a la austeridad y el ajuste, y va a impactar sobre los jubilados.

-Tenemos que lograr el equilibrio fiscal, nacional y en las provincias. No podemos vivir tirando manteca al techo. Venimos de un gobierno nacional con un populismo que no tenía límites. Hay que recuperar la economía sobre bases sólidas y sanas. Por eso se viene la austeridad. La noche de la elección hablé de austeridad en la provincia de Jujuy. Esto no significa que vamos a ajustar los presupuestos sociales, sino ponerlos en caja. Tenemos todavía un déficit mensual de 200 millones de pesos. Y una deuda de casi 16 mil millones de pesos: este año, sólo de intereses de la deuda, pagamos 700 millones. Por eso firmamos todos, menos San Luis. Firmó hasta (el pampeano Carlos) Verna, lo conozco desde hace años en el Senado, una persona con mucha personalidad que no es de dejarse llevar. Y es la primera vez que las provincias no pierden. Fue un consenso necesario. Hubo una revisión de todo el proyecto original del Gobierno, derogamos el 104 que es el artículo que traía de la coparticipación primaria fondos que iban a la ANSeS. Y también se aborda uno de los temas que tenemos que ver como sociedad, que es el previsional. En todos los aspectos tenemos que instalar el índice de inflación, que no se usó diez años por la manipulación que se hizo en el kirchnerismo.

-Todos los cálculos sobre la reforma previsional, la nueva fórmula para los aumentos, dicen que va a implicar una pérdida para los jubilados.

-¿Con respecto a qué? Acá se destruyó un parámetro, cuando se aprobó la fórmula de movilidad jubilatoria, todo el grupo A (se refiere al acuerdo opositor en el Congreso en 2009), el peronismo (no K), todos impulsamos que la variación tenía que ser por el índice RIPTE (de variación salarial), ya que la inflación era poco confiable.

-Cuando el Senado dio media sanción a la reforma, Miguel Pichetto dijo que tenían la “ingrata tarea” de votar esta ley para acompañar a los gobernadores porque había algunos que no iban a poder pagar los sueldos.

– Hubo un consenso, nadie puso un arma en la cabeza. Todas las provincias tuvimos situaciones que han sido revisadas, lo discutimos. También el Fondo del Conurbano, que ponía el pechito a todas las provincias con la coparticipación, y sabíamos que venía mal porque Buenos Aires es la última en incidencia por habitante, e íbamos a ser afectados (si la Corte Suprema fallaba en favor de su reclamo). En esa circunstancia vimos que el Gobierno estaba dispuesto a hacer el esfuerzo de compensarnos, y nos dimos pautas de reforma tributaria proactivas, que tienen que mejorar la actividad y dar más trabajo. Eso no está medido aún. Pero sabemos que va a mejorar las inversiones. En Jujuy lo estamos viendo.

-¿No habrá bono de fin de año en Jujuy?

-No va a haber bono. Tenemos una situación fiscal muy compleja. Estoy presentando un presupuesto en el cual estamos congelando planta. En Jujuy hay 85 mil empleados públicos, y 700 mil habitantes. Tenemos 120 mil jubilados, 55 mil trabajadores en la actividad privada, pagamos 40 mil cargos docentes, Salta paga 27 mil para el doble de población.

-¿Usted es el más peronista de los gobernadores no peronistas?

-Me lo han dicho a veces. Siempre tuve un vínculo muy fuerte con el peronismo.

-Me refiero a la decisión de ejercer el poder.

-Puede ser. Los radicales a veces le tenemos miedo al poder, o lo sufrimos.

-Por ejemplo: hay quienes dicen, Jujuy era ingobernable si Milagro Sala no iba presa.

-Era ingobernable Jujuy con el modelo anterior, de impunidad garantizado por el Gobierno nacional del que era cómplice el de la provincia. Que generó la peor de las violencias, sobre la dignidad de las personas, además del robo descarado de fondos públicos. Las causas de Milagro Sala tienen que ver con hechos concretos. Y la Justicia recibe señales de que nadie los va a llamar, que pueden hacer su trabajo. Hoy los jueces se eligen por concurso, yo lo modifiqué, las instituciones funcionan.

-Sala ha dicho en una carta pública, “mi detención ha sido decidida por Morales”, y que en la gobernación le “armaban” las causas.

– No es verdad. Todos vieron cómo se robaban los bolsos. No armamos los videos, donde aparece la máquina de contar dinero. Le encontraron tantos bolsos con dinero que los perros de la AFIP hacían piruetas en el aire. El clima de terror e impunidad que había es una realidad objetiva. Tuvimos la decisión de denunciar y hacer lo que había que hacer.

-¿No se sintió cuestionado cuando llevaron el caso a organismos internacionales?

– Estoy muy tranquilo, seguro de lo que estamos haciendo. Hay una ideologización. Es lamentable el rol de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que se ha politizado, la mayoría de sus empleados cobran salarios importantes y viven tranquilamente en Washington. Habrás visto los tuits que lanzaron del caso Santiago Maldonado, cuando debieron ser un organismo de ecuanimidad e independencia. Pero terminaron siendo una organización sujeta a lineamientos que provienen del CELS y del kirchnerismo que le ha robado al país. Han desprestigiado la comisión, el histórico rol que tuvo. Creo que tiene que haber cambios. Han utilizado esta influencia en la Corte Interamericana. Hay que devolverle jerarquía a estos organismos internacionales que han caído en el desprestigio.

-¿Acusa al CELS?

-Tiene capacidad de lobby, comandado por personajes nefastos como Horacio Verbitsky, que tiene las manos manchadas de sangre, entregador de compañeros, doble espía, para Montoneros y las Fuerzas Armadas. Los organismos de derechos humanos se han ideologizado, desacreditando una lucha de la UCR y Raúl Alfonsín como gestores.

-¿Conserva influencia Milagro Sala en la provincia?

– Conserva sectores residuales, violentos, que siguen amenazando personas. La mayoría de las organizaciones se han normalizado, nosotros seguimos sosteniendo las escuelas de la Tupac, hemos normalizado la situación de los docentes, a quienes les paga el Ministerio de Educación, y nadie los persigue. Estamos pavimentando 39 cuadras de “El cantri” (barrio de la Tupac)… la gente de la Tupac estaba viviendo muy mal. Nosotros somos un partido y un gobierno progresista que estamos dando esta batalla, que la gente no tenga que ir por obligación a las marchas, hoy hemos bancarizado los planes, terminando con los intermediarios. El que no ha vivido en Jujuy no sabe. Algunos compraron el discurso del CELS sin conocer Jujuy. En las últimas elecciones el frente del gobierno sacó casi 62% de los votos, Miles con Unidad Ciudadana, 0,65%.

-¿Quién cree que debe ser el presidente de la UCR que se elige esta semana? Usted pesa desde el grupo “Los federales” con los otros gobernadores radicales.

– Los federales, nooo, eso lo ponen periodistas que les gusta participar de la interna, están ansiando que les demos la ficha, podrían ser convencionales (risas). No estamos en momento de armar sectores, necesitamos consensos y no tironear. Formamos parte de un gobierno y el radicalismo debe encolumnarse para fortacer a Cambiemos. El desafío es gobernar y sostener a Macri.

-¿Y el presidente partidario?

-Manejamos la posibilidad de Mario Negri.

-Pero dicen que no lo querían de jefe de bancada en Diputados, y del interbloque Cambiemos, como quedó.

-En mi opinión tenía que ser presidente del bloque y del partido. Y otro en el interbloque. No es un abuso tenerlo todo. Pero bueno, habrá que ver candidatos, José Cano, Ricardo Colombi… tiene que ser alguien que se ocupe con del vínculo con el PRO.

-¿Cree que Macri le da lugar a la UCR?

-Tenemos lugar, ministros, hay que dejar de llorar y formar parte. Pasa lo mismo en Jujuy. El que se queda, se queda, y hay que gestionar día a día. Este es el rol al que aspiro.

Con gen peronista y un ayer de mozo y lavacopas

Con familia peronista por parte de su madre, y un tío sindicalista, “pude haber sido peronista, pegué en el palo”, confiesa Gerardo Morales. Pero corría 1982, la Franja Morada se hacía fuerte en la Universidad jujeña donde estudiaba para contador y “Alfonsín me marcó mucho. En cambio, el peronismo tuvo un rol patético en ese proceso”, sostiene.

De Alfonsín cuenta dos anécdotas: una, cuando en 1987 junto a otros dirigentes de la Juventud Radical -Carlos Raimundi entre otros, recuerda- “fuimos a Olivos a hacerle un reclamo contra la ley de Obediencia Debida. Pero no le pude decir nada”. En 2002, Alfonsín era senador y Morales llegaba como senador electo. Todavía le impresiona el enojo con algún puñetazo sobre la mesa del líder radical en reunión de bloque, amonestando a un par de altos dirigentes que no concordaban con imponer retenciones a la soja, medida que sería decisiva para la recuperación económica luego de la gran crisis. Entre Jujuy y compromisos en Buenos Aires, Morales trata de retomar el gimnasio -solía concurrir a Megatlón y quienes lo han visto, testifican que movía “muchos” kilos-. Igual los domingos corre 8 kilómetros, busca estar en forma y jura que no bebe más que un vaso de vino tinto. ¿Su última ambición? “Aprender a tocar el saxo”. Sus abuelos paternos eran bolivianos (la abuela, de Tupiza) que migraron a Jujuy, y su padre nació en La Quiaca. Los maternos provenientes de Almuñecar, Granada, llegaron en 1917 a trabajar al ingenio Ledesma, y se conocieron en el barco. La mamá de Morales, Carmen, hoy de 92 años, nació en Fraile Pintado y sobrevive ya por décadas al papá, ferroviario, que murió a los 48 años, de cáncer. Morales trabajó de mozo, lavacopas, en la obra social de la provincia y en un estudio contable. También fue profesor concursado: “La docencia me apasiona”, define. Fue tres veces candidato a la gobernación, hasta que la cuarta, en 2015, fue la vencida. “Debo ser de los que más elecciones perdieron”, dice y contraría las teorías de los fracasos -y retiros- prematuros. Ganó con un amplio acuerdo y una pata peronista disidente fuerte, mientras el PJ oficial se desgastaba con el poder paralelo de Milagro Sala. Salvo el kirchnerismo, todos los candidatos presidenciales lo llevaron para gobernador: Mauricio Macri, Sergio Massa, Margarita Stolbizer, Adolfo Rodríguez Saá. Ya había explorado los armados amplios, desde animador del Acuerdo Cívico y Social; a secundar en 2007 a Roberto Lavagna -peronista- en la fórmula presidencial con que la UCR buscó dar pelea al por entonces imbatible kirchnerismo. Morales tiene larga experiencia parlamentaria, habla pausado, mide sus palabras. Pero no puede ocultar su encono -como se ve en la entrevista- hacia el periodista Horacio Verbitsky y el rol del CELS, que lo apuntaron duro por la detención de Milagro Sala. Morales tiene un recuerdo amargo de la experiencia de la Alianza, que lo tuvo de viceministro de Desarrollo Social. Hace una crítica tácita al rol de Fernando de la Rúa. “Alfonsín, o Mauricio, hubieran comandado de otra manera la crisis, tienen huevos para situaciones difíciles”.

Fuente: Clarín

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