Nacionales

La Cámara del Crimen denunció irregularidades en la intervención de Fein y Campos

La Cámara Nacional en lo Criminal denunció  presuntas irregularidades cometidas por la fiscal que intervine en la investigación de la muerte del fiscal Alberto Nisman y del primer juez que participó de la causa, en su mayoría relacionadas con la recolección de pruebas de la escena del hecho durante la misma noche en la que el titular de la UFI AMIA fue encontrado sin vida.

La Sala VI de la Cámara, integrada por Mario Filozof, Rodolfo Pociello Argerich y Julio Lucini, solicitó al Consejo de la Magistratura “que evalúe el accionar del juez Manuel de Campos”, quien intervino en la causa durante la noche en la que Nisman fue hallado muerto, y a la Procuración General “que haga lo propio respecto de la fiscal Viviana Fein”.

La denuncia fue realizada en el marco de la resolución emitida hoy por los magistrados, en la que ratificaron la decisión tomada en primera instancia por la jueza de instrucción Fabiana Palmaghini, que había solicitado que la causa fuera tramitada en los tribunales federales de Comodoro Py.

Los magistrados Lucini y Pociello Argerich fueron los que utilizaron términos más duros en relación a la intervención principalmente de Fein en el expediente cuando señalaron, tras una enumeración de presuntos errores cometidos por la fiscal, que “la existencia de mínimos protocolos de actuación en la investigación hubiese contribuido a un mejor resultado” y que “por momentos el procedimiento pareció obtener ribetes absurdos”.

“Las imágenes obtenidas esa noche ilustran que ninguno de los peritos, ni la Dra. Fein al transitar por la zona, llevaban cobertor para su calzado o lo hicieron con algún tipo de prudencia. Pero más aún si se tiene en cuenta que el Secretario de Seguridad ingresó con barro en su calzado mostrando una desaprensión total por la circunstancia de hallarse en tal especial situación, extremo este que no encontró control en cabeza de ningún magistrado”, detallaron.

“También los elementos que utilizaron, tales como un cúter, sobres, cintas, entre otros, fueron dejados en el recinto sin ningún tipo de cuidado, lo que provocó el borrado de algunas manchas de sangre o la generación de nuevas. El perito en balística para poder examinar la numeración del arma, extremo que no se advertía como urgente, deslizó su dedo por la corredera de la pistola, elemento primordial de la escena, borrando así todo posible rastro”, agregaron.

“Un detalle fundamental -sostuvieron- pasó desapercibido. Junto a la vaina servida se observa un pelo que, de haber sido secuestrado, bien podría por medio de un estudio de ADN haberse realizado su cotejo. La existencia de mínimos protocolos de actuación en la investigación hubiese contribuido a un mejor resultado. Por momentos el procedimiento pareció obtener ribetes absurdos”.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *