En la clandestinidad, se puso en marcha Uber
Pese a no estar autorizado por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires -desde donde informaron severas multas y sanciones para los que la utilicen- comenzó a funcionar ayer la aplicación móvil “Uber“.
La aplicación que por ahora “opera al margen de la ley”, que se encarga de gestionar un servicio de transporte alternativo al de taxi, se puso en marcha en medio de cortes de choferes y denuncias de las autoridades de la CABA.
Pese a la polémica, el director de operaciones de Uber en Argentina expresó su feclidad por “haber llegado a Buenos Aires”, y auguró un “éxito rotundo” de la aplicacion.
Según informó la agencia de noticias Telam, el servicio ya cuenta con 20.000 conductores anotados, y puede ser utilizada por cualquier persona que descargue la apliación para equipos con Android o IOs e introduzca los datos de la tarjeta de crédito.
La empresa fundada en el California en 2009 y que funciona en más de 400 ciudades de todo el mundo comenzó su operaciones pese a no contar con autos autorizados y estar al “margen de la ley”, según afirmó el ministro de Transporte de la Ciudad, Juan José Méndez.
Entre los puntos que el funcionario cuestionó está que los autos que usa Uber “al no ser vehículos autorizados no pueden contar” con el seguro específico que se requiere para los servicios de transporte, por lo que el Ejecutivo local va “a seguir trabajando con los controles y un equipo está evaluando el marco legal” para eventuales sanciones, afirmó.
Voceros de la Secretaría de Tránsito porteña aseguraron en diálogo con Télam que el Gobierno analizaba con su equipo de abogados realizar denuncias penales contra la firma estadounidense por entorpecimiento del tránsito y por defraudación y fraude a la administración pública.
Por su parte, la empresa consideró que su servicio es legal ya que se ampara en el artículo 1280 del Código Civil y Comercial, que establece “la figura del contrato de transporte. En base a este código, una persona puede transportar a otra a cambio de un pago”, según precisó en un comunicado.
“Uber, en su rol de intermediario tecnológico, es la aplicación que permitirá conectar a dos particulares (usuario de un lado, socio del otro), haciendo de este contrato de transporte ya contemplado por una ley nacional algo escalable, seguro y eficiente”, indicó.
La aplicación comenzó a funcionar con un costo base de 15 pesos, una variable por kilómetro de 4,5 pesos, una variable por minuto de 1,75, y un costo mínimo o de cancelación de 25 pesos, tarifas más económicas que las de los taxis -ir desde el Obelisco hasta el Planetario tiene un valor de entre 60 y 70 pesos-, cuyos gremios se declararon en asamblea e iniciaron protestas con más de 11 cortes simultáneos.