Evo Morales fue exculpado por adjudicaciones millonarias irregulares
El Congreso boliviano libró este martes al presidente Evo Morales y a la empresa china CAMC de sospechas de adjudicación irregular de millonarios contratos, y sólo la exnovia del mandatario, Gabriela Zapata, sigue acusada de enriquecimiento ilícito y tráfico de influencias. Zapata, madre de un supuesto hijo de Morales, que según éste, habría fallecido al poco de nacer, fue gerente comercial de la empresa china CAMC que logró contratos millonarios con el Estado boliviano.
Según el informe aprobado por el Congreso, “todos los procesos de contratación en los cuales la empresa CAMC se benefició con adjudicación de obras fueron desarrollados en el marco legal”.
Zapata, de 28 años y en la cárcel desde febrero, es la única que sigue acusada por este caso que ha salpicado directamente a Morales, quien hace diez años está al frente de la presidencia boliviana.
La decisión del Congreso bicameral, con mayoría oficialista, de librar de culpa a Morales y a la empresa china CAMC ocurre un día después de que el mandatario diera por “cerrado” el caso de su paternidad del hijo de Zapata. Por su parte, la Contraloría realiza otra investigación de los procedimientos administrativos en el proceso de contratación entre el Estado y la firma CAMC, que se adjudicó con el Estado siete obras en distintas áreas por un valor de 576 millones de dólares.
Telenovela que no termina
La denuncia de la relación de Zapata con el presidente y su supuesta paternidad saltó a la prensa poco antes del referéndum del 21 de febrero en el que buscaba la luz verde de los bolivianos para postularse a un cuarto mandato consecutivo para el periodo 2020-25 y que finalmente perdió. Fue la primera derrota desde que llegó al poder en 2006.
En una sociedad tan conservadora como la boliviana, la Defensoría del Pueblo criticó el tratamiento “machista” y “misógino” que recibió el caso.
Aunque Morales se refiere poco al asunto, sus ministros disparan casi a diario artillería pesada contra Zapata que, de paso, ofrece con frecuencia nuevas revelaciones, algunas duramente criticadas por el oficialismo, como que quisieron envenenarla en prisión o que no le dejan pasar medicinas que, investigados los hechos, eran pastillas adelgazantes.
Mientras los abogados y la madre insisten en que el hijo de Evo existe, el gobierno afirma que no hay constancia de que esté vivo y sostiene que Zapata presentó a otro niño a la justicia.
El vicepresidente Álvaro García, criticó el hecho de presentar a un niño como si fuera otro. “Eso está penado. ¿Quiénes han hecho esa barbaridad, quién está vinculado a esa barbaridad, qué personas, qué familiares y qué abogados han estado involucrados en ello? No lo vamos a dejar pasar así nomás”, advirtió este martes.
Eduardo León, uno de los abogados de Zapata, deploró “las amenazas que vienen realizando ante el temor a la verdad” y denunció que están “en una lógica de las amenazas de muerte que venimos recibiendo” en el proceso. “Nos amenazan de muerte, nos amenazan de procesarnos y de encarcelarnos”, sostuvo.
El caso, que fluye por la vertiente del tráfico de influencias y por la del lado personal, íntimo, de la existencia de un hijo, salpicó también a otras personas, entre ellas el exportero argentino del seleccionado boliviano Leo Fernández, que el martes compareció ante un juez. Fernández, que aparece en varias fotografías con Morales y Zapata, por separado, negó cualquier vinculación con el caso.
Para el Defensor del Pueblo, Rolando Villena, este “es una suerte de telenovela de nunca acabar”, y volvió a expresar la molestia de su institución “por cómo se está abordando un tema que, siendo una relación íntima y sobre el nacimiento de un niño, nos ha colocado en una situación de graves contradicciones”.
Fuente: Noticias Argentinas