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La oposición venezolana exigió en la calle acelerar el referendo contra Maduro

La oposición venezolana exigió el lunes a las autoridades electorales acelerar el referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro, durante una concentración en el este de Caracas, en víspera de que se reúnan con las autoridades electorales para definir el avance del proceso.

Con pancartas y consignas de “Mi firma sí vale” y “Revocatorio ya”, se concentraron en una plaza del este de Caracas unos 400 seguidores de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que llamó a protestar el martes ante las sedes del Consejo Nacional Electoral (CNE). “Firmaremos las veces que sea necesario. Estamos cansados de la escasez. En mi casa no nos estamos alimentando bien, y el dinero no nos alcanza para nada”, declaró Morella Briceño, técnica en comercio de 41 años.

La MUD llamó a movilizarse luego de que el CNE, al que acusa de aliado del gobierno, canceló el jueves una cita clave en que le informaría si cumplió con un mínimo de 200.000 firmas válidas, de 1,8 millones que presentó para activar el referendo. La oposición reclama al CNE fechas y procedimientos para proseguir con la ratificación de las firmas con la huella dactilar, pues luego de la activación de la consulta, debe recoger cuatro millones de rúbricas para que se convoque a referendo.

“La validación de las firmas es un tema crucial, porque sin eso no se destapa el camino del referendo”, dijo en la concentración el vocero de la MUD, Jesús Torrealba, tras confirmar que el encuentro será el martes.

La oposición apura el proceso pues si la consulta se hace antes de 2017 (cuando se cumplen cuatro años del mandato) y Maduro la pierde, se llamará a elecciones. Si es el próximo año sería sustituido por el vicepresidente, nombrado por el gobernante.

 

Efervescencia social

La del martes será la tercera marcha que convoca la MUD para presionar por una respuesta de la autoridad electoral. La anteriores marchas por el referendo fueron bloqueadas por la policía y no fueron multitudinarias, en parte por el temor al estallido de la violencia como ocurrió en 2014, cuando murieron 43 personas.

Más ocupados en resolver el día a día, los venezolanos expresan su malestar por la crisis política y económica en las largas filas que hacen para comprar alimentos subsidiados.

“Yo me he calado (soportado) dos colas para conseguir arroz y azúcar. En vez de estar peleando tienen que llenar los supermercados”, dijo Eneuris Cantillo, una conserje de 46 años, en una fila en el barrio Chacao, este de Caracas.

En la turística isla Margarita, el domingo se registraron desórdenes en un supermercado, por lo que amaneció el lunes con fuerte presencia policial, según la prensa local.

Marco Ponce, de la ONG Observatorio Venezolano de la Conflictividad Social, precisó que en los primeros cuatro meses del año hubo 94 saqueos y 72 intentos.

El país petrolero sufre una severa crisis agravada por la caída del precio del crudo, fuente del 96% de divisas, reflejada en una escasez del 80% de productos básicos, según la encuestadora Datanálisis, y una inflación de 180,9% en 2015, la más alta del mundo.

 

Diálogo entre divisiones

En plena crisis, un grupo de exmandatarios, encabezados por el expresidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, intenta acercar al gobierno y la oposición, que ya se reunieron por separado con los mediadores en República Dominicana y volverán a las conversaciones en los próximos días.

En una aparente señal de voluntad, Rodríguez Zapatero fue autorizado a visitar en prisión el sábado al opositor Leopoldo López, quien cumple una pena de casi 14 años acusado de llamar a la violencia en las protestas de 2014 que exigían la salida de Maduro. “Ninguna conversación o diálogo puede estar por encima del interés mayor: lograr el cambio constitucional este 2016”, dijo López que le expresó a Rodríguez Zapatero.

Frente al diálogo, la oposición parece dividida. El excandidato presidencial Henrique Capriles sostiene que permitirá al gobierno “ganar tiempo y lavarse la cara”, pero el jefe del Parlamento de mayoría opositora, Henry Ramos Allup, ve necesario conversar “así una gente se ponga brava”.

La oposición pospuso el lunes una reunión con los mediadores en espera del informe del CNE. “El referendo no se negocia en ninguna mesa porque es un derecho constitucional”, dijo Torrealba, al señalar que no obstante puede ayudar a “apartar los obstáculos que el gobierno ha puesto al referendo”.

El analista Luis Vicente León señala que el chavismo está también dividido pues algunos creen que la impopularidad de Maduro “amenaza” el mantenimiento en el poder. A su juicio, por ello busca la cohesión interna advirtiendo de una eventual intervención estadounidense.

 

Fuente: Noticias Argentinas

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