El Gobierno y la oposición discuten las condiciones para el diálogo en Venezuela
El Gobierno venezolano y la oposición definen sus condiciones para un eventual primer cara a cara en busca de diálogo, en encuentros por separado con una mediación internacional liderada por el exjefe de gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero.
El expresidente llegó a Caracas la noche del viernes para gestionar un contacto entre las partes, posiblemente el próximo martes, que abra conversaciones en torno a la crisis política. “Tenemos que fijar una fecha ya”, dijo a la prensa a su llegada al país, y pidió al gobierno de Nicolás Maduro y sus adversarios que “pongamos todo el cuidado, midamos las palabras, volquemos la mejor voluntad”.
Rodríguez Zapatero encabeza una misión que promueve el diálogo a instancias de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), integrada también por los expresidentes Leonel Fernández (República Dominicana) y Martín Torrijos (Panamá). Subrayó que el diálogo en el país petrolero como salida a la crisis “es la opción inmensamente mayoritaria de la comunidad internacional”.
La oposición señaló que el revocatorio no es negociable
Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), aseguró que la coalición opositora defenderá ante Rodríguez Zapatero los términos en los que participaría en una eventual cita. “Lo importante es que la mediación le proporcione confianza a todos los actores”, declaró Torrealba a periodistas durante una concentración opositora en el este de Caracas.
El pasado jueves, en un comunicado, la MUD se mostró dispuesta a sentarse a la mesa el martes, aunque pidió que la mediación se ampliara con la presencia del Vaticano. También exigió la realización del referendo revocatorio que impulsa contra Maduro y que se libere a opositores presos.
Torrealba señaló que el lugar del encuentro tendría que ser Venezuela, porque “ese grupo negociador debe sentir la presión de un país por un cambio”, e insistió en que el referendo “no debe ser objeto de negociación, porque es un derecho. Lo que se tiene que dialogar es cómo apartar los obstáculos ilegales que el gobierno ha colocado”.
El gobierno de Maduro y la oposición se encuentran enfrascados en un choque de poderes desde que la MUD asumió el control de la Asamblea legislativa el pasado enero, tras 17 años de hegemonía chavista.
Esto, en medio de una crisis económica agravada por la caída de los precios del petróleo, que se refleja en la escasez de 80% de los alimentos y las medicinas, y la inflación más alta del mundo (180,9% en 2015).
El Gobierno quiere conversaciones “Sin condicionamientos”
El viernes, el portavoz presidencial Jorge Rodríguez saludó la disposición opositora de “incorporarse al proceso” de diálogo, al tiempo que señaló que las conversaciones deben darse “sin condicionamientos”. “Exigimos con firmeza que sectores de la derecha venezolana detengan su retórica de intolerancia, odio y violencia”, declaró a la prensa.
Maduro acusa a la MUD de ejecutar en su contra una agenda “golpista”, que incluye la desestabilización económica por parte de empresarios mediante una escasez inducida, y descarta la realización del revocatorio este año, aduciendo que la oposición inició tardíamente los trámites.
Unos 200 opositores se concentraron el sábado en el sector capitalino de Chacaíto para exigir a las autoridades electorales la celebración de la consulta. “¡Revocatorio! ¡Revocatorio!”, gritaban los asistentes.
El Consejo Nacional Electoral (CNE), acusado por la oposición de servir al chavismo, deberá anunciar el 26 de julio si la MUD logró validar unas 200.000 firmas para activar el referendo. De cumplir ese requisito, la alianza opositora tendrá que recoger cuatro millones de firmas para que el CNE llame a las urnas.
La MUD busca que la consulta se lleve a cabo este año, porque si Maduro pierde habrá elecciones. Pero si se celebra después del 10 de enero de 2017, el gobernante podrá elegir a su sucesor, aún si sale derrotado.
Fuente: Noticias Argentinas