Una fiesta de la primavera terminó con un joven muerto en Buenos Aires
Un joven murió baleado y al menos 14 adolescentes resultaron heridos, durante una pelea generalizada que se produjo la madrugada del miércoles en una fiesta clandestina organizada en una quinta del partido bonaerense de Moreno para festejar la llegada de la primavera.
El joven fallecido fue identificado como Nicolás Rivero, de 20 años, quien durante la pelea recibió un disparo en el pecho. El festejo ocurrió en una quinta situada en Ruta 23 y Ozán, de ese distrito situado a unos 40 kilómetros al oeste de la ciudad de Buenos Aires.
Además, dos menores estuvieron desaparecidos durante varias horas, en medio de la desesperación de sus familias, y recién en la tarde del miércoles fueron encontrados sanos y salvos, y regresaron a sus respectivos hogares. Se trata de Alan Rodríguez, de 16 años, y Pedro García de 14 años, quienes fueron intensamente buscados por sus familiares y la Policía durante varias horas.
Una chica llamada Tamara, amiga de Rodríguez, precisó que integraban un grupo de unos 70 chicos que se habían juntado en el Obelisco para asistir a la fiesta. La joven relató que alrededor de las 2:00 de la madrugada un grupo de jóvenes “entró a la fiesta con cuchillos, armas de fuego, botellas y picanas, y agredían a todos los que pasaban cerca”.
“Parece que se empezaron a pelar grupos que se tenían bronca entre sí”, explicó en declaraciones a un canal de noticias. La chica dijo que todos los de su grupo se escondieron en un rincón y se tiraron al suelo. Después se escucharon disparos y todos salieron corriendo.
Tamara indicó que en su grupo procuraron mantenerse todos juntos, pero eran amenazados por policías que acudieron al lugar. “Nos decían que nos iban a tirar si no salíamos corriendo y nos dio miedo”, dijo y señaló que en ese momento perdió de vista a Alan, quien reapareció horas más tarde en Avellaneda.
La chica negó versiones sobre la existencia de armas y drogas en la convocatoria a la fiesta. “Era una fiesta para pasarla bien con amigos, era la idea. Pero salió todo mal”, resumió.
Por otro lado, la Policía buscaba a dos de las tres personas personas a las que se adjudica tener responsabilidad en la fiesta celebrada en forma clandestina, a la que para el acceso se cobraba entrada y había que llevar alcohol, según el testimonio de quienes estuvieron en el lugar. Uno de los supuestos organizadores ya declaró ante la fiscal Luisa Pontecorvo, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 del Departamento Judicial local, y fue dejado en libertad, mientras que los otros dos continuaban prófugos.
La pelea se originó con el enfrentamiento entre grupos de jóvenes que asistieron a la llamada “Proyecto XXX, Fiesta del Día de la Primavera”, que fue convocada a través de la red social Facebook, informaron fuentes policiales. Cuando efectivos de la comisaría octava de Las Catonas arribaron al lugar se encontraron con un desorden generalizado en la quinta, producto de una verdadera batalla campal.
Según indicó un primo de Rivero, que junto a su novia se encontraban junto al joven en el momento de ser alcanzado por el disparo mortal, el hecho se produjo cuando intentaban escapar de la fiesta en medio de la pelea generalizada. Señaló que en pleno escape se escucharon disparos y su primo cayó gravemente herido a unos doscientos metros de la fiesta. El joven manifestó que no había podido determinar el origen de los disparos que terminaron por matar a su primo.
Según se supo, una mujer, que es dueña de la quinta, aseguró ante la Policía que la alquilaron para celebrar un cumpleaños al que iban a asistir 150 personas. Sin embargo, terminó realizándose una fiesta a la que fueron unas 1.000 personas, según estimaron la Policía y los vecinos.
El director del Hospital de Moreno, Néstor Vetrano, confirmó que de los 14 heridos, dos permanecían internados, uno de ellos con una herida de arma blanca en el abdomen y otro con contusiones en la cabeza. En tanto, los otros chicos que fueron asistidos y dados de alta, varios de ellos tenían heridas menores, crisis nerviosa y uno de ellos un roce de bala.