Crece la rebelión contra el “Gasolinazo” y Peña Nieto pide “comprensión”
Bloqueos de rutas, actos de vandalismo y múltiples protestas se reportaron en distintas ciudades de México contra el aumento de entre 14% y 20% que ordenó el gobierno sobre los precios de los combustibles, una medida que el presidente Enrique Peña Nieto considera vital para “preservar la estabilidad de la economía”.
La rebelión popular contra el llamado “gasolinazo” tomó vigor en su cuarto día y amenazó con potenciarse a pesar del nuevo intento del jefe del Estado para convencer a la población de la necesidad de este ajuste.
Varios rutas que comunican a la capital mexicana con otras grandes ciudades del país fueron bloqueadas o escenario de protestas y movilizaciones contra el aumento de los precios, mientras la Organización de Gasolineros de Veracruz denunció que medio centenar de estaciones de servicio fueron blanco de saqueos o actos vandálicos.
Muchos estacioneros, de acuerdo con la misma fuente de información, decidieron cerrar sus negocios para evitar daños.
Transportistas y camioneros llevaron sus protestas a las rutas del país, donde establecieron bloqueos o tomaron casillas de peaje para liberar el paso gratuito de los automóviles, mientras organizaciones de taxistas se pusieron en pie de guerra en las principales ciudades del país.
Peña Nieto habló del asunto y pidió “comprensión” a la población durante un acto en el que puso en funciones a nuevos funcionarios del gobierno.
El jefe del Estado lanzó en primer lugar una advertencia a quienes se aprovechan del clima de protesta para cometer “abusos y tropelías”, aunque admitió que comprendía el “enojo” de la sociedad por estas “dolorosas” medidas.
Añadió que los aumentos tampoco justifican a quienes “incrementan o toman decisiones de alza en precios de productos”, en una cadena de ajustes que puede acelerar la inflación.
Apuntó que se trata de una decisión “difícil” pero “responsable” para mantener la estabilidad económica del país, y desmintió que la subida de los precios tuviera que ver con la reforma de hacienda o la energética, ambas impulsadas bajo su batuta.
“El costo de no velar de forma prioritaria por nuestra estabilidad económica sería aún más doloroso y costoso de lo que significa la medida”, aseguró en su discurso, pronunciado durante un acto en el que tomó juramento a Luis Videgaray como nuevo canciller.
En este contexto, cientos de personas cerraron en la fronteriza Ciudad Juárez uno de los puentes que conectan a esta norteña urbe mexicana con Texas, Estados Unidos.
Los manifestantes bloquearon el paso a cientos de automovilistas que viajaban a la vecina ciudad estadounidense durante alrededor de cinco horas, hasta que las autoridades federales arribaron a establecer un diálogo.
También se han reportado saqueos a tiendas en algunos municipios del central Estado de México, vecino a la capital, según informes de la prensa mexicana.
A su turno, la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) de México alertó que las protestas a nivel nacional continuarán.
“Los mexicanos, además de vernos agraviados en nuestra economía, nos sentimos engañados por el Gobierno, ya que este había prometido que la reforma energética traería grandes beneficios, que la energía costaría menos y resultó ser todo lo contrario”, indicó.
La Anpec consideró que el aumento del precio de las gasolinas ha sido la “gota que derramó el vaso”, y que se suma a “muchas inconformidades acumuladas de la población para con el Gobierno”.
“En este momento, la gasolina en México es 29% más cara que en Estados Unidos, y esta diferencia en el corto plazo llegará a ser hasta de 56%”, señaló.
De acuerdo a sus datos, la entidad denunció también el aumento de las tarifas eléctricas en el sector industrial, comercial y de uso doméstico, de 53%, 37,4% y 25,3% en 2016, respectivamente, así como de 77% del gas natural.
La Anpec destacó que el país sufrirá una “escalada de precios” que abatirá “el poder de compra de la gente”.