Salud

Pacientes con diabetes deben realizarse controles periódicos de la vista

La Retinopatía Diabética es una complicación ocular de la enfermedad general y constituye una de las causas más frecuentes de ceguera evitable en nuestro país y en el mundo. Quienes tienen diabetes, deben acudir preventivamente al oftalmólogo y, si es posible, al especialista en retina periódicamente. “El trabajo interdisciplinario entre el médico diabetólogo, médico oftalmólogo, médico clínico, el paciente y su familia es clave para evitar las complicaciones de la enfermedad”, expresó el Prof. Dr. Marcelo Zas, médico oftalmólogo, Doctor en Medicina de la Universidad de Buenos Aires y Jefe de la Sección Retina de la División Oftalmología del Hospital de Clínicas “José de San Martín” de la Universidad de Buenos Aires.

Para contribuir a la concientización, en el Día Mundial de la Diabetes, la División Diabetología y la División Oftalmología del Hospital de Clínicas “José de San Martín” de la Universidad de Buenos Aires, junto al Laboratorio Novartis y ASAC (Centro de Rehabilitación para Personas con Baja Visión) organizaron una jornada gratuita de educación y detección de la retinopatía diabética y control de la diabetes. Se llevaron a cabo más de 120 estudios de fondo de ojo, control de la glucemia y se brindaron charlas educativas a la comunidad.

Al respecto, el Prof. Dr. Marcelo Zas reconoció que esperan tener los datos procesados para los próximos días, pero anticipó que hallaron todo lo que era esperable: cataratas secundarias y retinopatía diabética en diferentes estadios de la enfermedad: “quienes se acercaron, seguro lo hicieron por estar preocupados por su salud, así que es importante que a partir de ahora tomen las medidas necesarias para prevenir cualquier avance del daño de su estado oftalmológico”.

El especialista en retina agregó que las complicaciones en la vista pueden deteriorar la capacidad de leer, mirar televisión, conducir un auto o realizar simples tareas cotidianas. “No se trata de una consecuencia inmediata, sino que pueden pasar años desde que se desarrolla la diabetes hasta que aparece una manifestación en la visión. El tiempo de antigüedad de la enfermedad general y el control metabólico inadecuado son los principales factores de riesgo para aparición y evolución de la retinopatía diabética”.

La retinopatía diabética representa entre el 15 y 20% de las cegueras totales en el mundo, sin embargo, se trata de un tipo de ceguera evitable, prevenible en nuestro país y en el mundo.

“Entre el 35 y el 50% de las personas con diabetes no están detectadas, y entre los que sí saben que la padecen, un porcentaje importante no la controla adecuadamente, refirió el Prof. Dr. Félix Miguel Puchulu, Jefe de la División Diabetología del Hospital de Clínicas ‘José de San Martín’.

Durante la charla de concientización que brindaron a la comunidad en el hospital, el diabetólogo mencionó los resultados de una encuesta a pacientes. El 63% sabía de los potenciales problemas que puede ocasionar una diabetes mal controlada, pero consideraba que la posibilidad de que les pase a ellos era remota.

Por otra parte, entre las complicaciones, la mitad (50%) le teme a la pérdida de la visión, 2 de cada 10 (21%) al riesgo de padecer un evento cardiovascular, el 11% a los inconvenientes vinculados al riñón e insuficiencia renal y únicamente el 9% a los problemas en los pies.

“Éste último dato es llamativo, ya que las complicaciones en los miembros inferiores son muy frecuentes entre quienes tienen diabetes mal controlada y el hecho de que tan pocos pacientes se preocupen por ello puede responder a un importante desconocimiento al respecto”, agregó el Dr. Puchulu. 

Consultado sobre las prevalencia de la diabetes, Puchulu explicó que “se calcula que en 2015 había en el mundo 415 millones de personas con diabetes. Para 2040, se espera que esa cifra ascienda a 642 millones. En nuestro país, 1 de cada 10 argentinos mayores de 18 años vive con diabetes, de los cuales muchos no están diagnosticados”.

La rehabilitación visual

La Lic. Graciela Morel, Vicedirectora del Centro de Rehabilitación ASAC, comentó que la manera más precisa de medir la discapacidad visual tiene que ver con evaluar el impacto de ésta en la vida funcional de la persona y por ende en su calidad de vida.

“Aun con visión reducida, es muy valioso que la persona alcance un adecuado nivel de autonomía e independencia. Posiblemente deba adaptarse y aprender a realizar diversas actividades de una manera diferente, pero lo importante es que lo logre”, sostuvo.

Uno de los objetivos principales del centro de rehabilitación visual es promover la inclusión de los pacientes con baja visión en todos los ámbitos: social, familiar, laboral y educativo, para que alcancen y conserven una buena calidad de vida.

Oscar, un paciente con baja visión compartió que cuando su vista comenzó a presentar severas complicaciones, sólo pensaba en quedarse en su sillón y ser atendido por el resto de su familia. Sin embargo, con el tiempo, y a partir de las capacitaciones de ASAC, se dio cuenta de que podía tener otra proyección, valerse por sí mismo y logró desenvolverse solo por la calle, usar una computadora, estudiar y salir adelante.  

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