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River le ganó a Boca en La Bombonera

Fue 2 a 0. Los goles los marcaron Pity Martínez y Nacho Scocco. Hubo varias jugadas polémicas, pierna fuerte de los dos lados y hasta una pelea entre compañeros. Tres años sin triunfos del Xeneize como local ante el Millonario.

River le ganó a Boca en la Bombonera por 2 a 0 y se quedó con el Superclásico. En el primer tiempo, “Pity” Martínez abrió el marcador con una gran definición de volea, mientras que a los 23′ del complemento, Ignacio Scocco convirtió el segundo y amplió la diferencia sobre el conjunto de Barros Schelotto.

El conjunto de Gallardo se impuso con autoridad y buen juego frente al equipo “xeneize” que no puede hacer pie ni complicar a River pese al empuje de los volantes y los fallidos intentos de sus delanteros por doblegar a Armani.

El pitazo inicial de Mauro Vigliano sonó cinco minutos después de las 17:45, hora prevista para el comienzo del partido. En el inicio del clásico River logró tener el dominio de la pelota y posicionarse en campo “xeneize”. A los 4′ Borré desbordó por la derecha, sacó un centro que cruzó el área y expuso a Rossi, que intentó despejar y se quedó a mitad de camino.

La reacción de Boca fue rápida y contundente. En el primer avance, Benedetto se sacó de encima a Maidana con un enganche hacia adentro, apuntó y remató con potencia hacia del centro del arco de Armani. El arquero millonario se esforzó y con un manotazo sacó la pelota por arriba del travesaño. El arquero sufrió poco y respondió cada vez que Boca pudo llegar al área. Así volvió a demostrar su buen momento bajo los tres palos.

River presionó constantemente en la salida del fondo de Boca. Pratto y Borré exigieron a Magallán e Izquierdoz que tuvieron despejar con rapidez y sin rumbo concreto en reiteradas oportunidades. Esa decisión de mantener la presión cerca del área local le daría al conjunto de Gallardo un buen resultado en el corto plazo.

Esa presión de River surtió efecto a los 14′ cuando Magallán le dio un pase al medio a Pavón y el delantero “xeneize” no llegó a controlarla. Palacios recuperó la pelota y avanzó hacia al área sin que Barrios y Nández pudieran cortarle el paso. Intentó encontrar a Pratto con un pase corto pero impreciso que Izquierdoz despejó a medias. Mas completó el despeje pero la pelota rebotó en Palacios, sobrevoló el área y cayó a espaldas de Jara. Cuando el lateral se dio vuelta, “Pity” Martínez apareció por detrás y sacó una volea de zurda que se metió junto al palo más lejano de Rossi. El gol fue una trompada al mentón para Boca.

Seis minutos después, el “Pity” se quedó tirado en el suelo en la mitad de la cancha y mostró un gesto de dolor hacia al banco de suplentes. Sintó un pinchazo en su pierna izquierda y no pudo aguantar. Gallardo decidió que en su lugar ingrese Quintero cuando aún restaban veinticinco minutos para el final de la primera mitad y cuando el ex volante de Huracán se había convertido en un problema enorme para los defensores “xeneizes”.

Boca tuvo dos chances más antes del entretiempo. Un remate de Jara se fue por arriba del travesaño y otro de Benedetto que Armani controló en dos tiempos. Al conjunto local le costó mucho tener la pelota y encontrar una salida clara por los costados. Pavón fue el único capaz de desequilibrar y complicar a la defensa de River con desbordes y centros al centro del área que nunca fueron determinantes. Su esfuerzo no alcanzó para poder romper la última línea de River y llegar al empate.

El gol de Martínez fue un espejo del que le convirtió a Boca en mayo del 2017, cuando River ganó 3 a 1 en la Bombonera. En aquel momento, el volante apareció por detrás de Gino Peruzzi y remató de una forma similar. Este domingo volvió a hacerlo. Llegó detrás de Jara y sacó un zurdazo preciso que se convirtió en el primer gol “millonario”.

Boca salió con mayor decisión en el complemento y con la intención de lograr el empate con rapidez. El empuje desordenado pero agresivo terminó por generar una polémica en pocos minutos cuando Tevez remató dentro del área y la pelota pegó en la mano derecha de Ponzio. Vigliano no cobró y el banco “xeneize” estalló con quejas y gritos.

El colombiano Edwin Cardona, que había ingresado en el primer tiempo por un lesión de Jara, se convirtió en una alternativa de juego para Boca pero no nunca pudo formar sociedades efectivas. Ni Benedetto ni Tevez tuvieron una buena tarde. Ambos estuvieron imprecisos y no pudieron marcar la diferencia en el área de River. Esa falta de contundencia le impidió el equipo de Barros Schelotto lograr un empate.

Cardona fue protagonista de una de las mayores polémicas. Apenas ingresó se quiso a sacar de encima a Enzo Pérez y le pegó un manotazo en la cara al volante de River. Vigliano soló decidió sacarle amarilla cuando la jugada parecía ser de expulsión.

Tevez dejó la cancha a los 20′ y le dio lugar a Mauro Zárate. Así Barros Schelotto buscó tener más movilidad en los últimos metros y sumar jugadores al ataque. Dos minutos antes, Gallardo decidió sacar a Pratto y poner en cancha a Scocco. Ese cambio fue determinante para el triunfo de River. El ex delantero de Newell’s amplió el marcador a los 23′ después de una jugada idea por Quintero y Borré.

El colombiano dio un pasó entre líneas hacia Borré al centro del área, el delantero aguantó la marca de Magallán y apenas empujó la pelota hacia atrás para dejarle el remate servido a Scocco, que sacó un derechazo violento y convirtió el segundo gol. Rossi no pudo hacer nada ante la fuerza del impacto y la aparición sorpresiva del delantero “millonario”.

Boca siguió empujando y tratando de perforar el medio campo de River. Ponzio y Pérez lograron contener las subidas del Almendra por la izquierda y de Nández por derecha durante gran parte del partido. El equipo de los mellizos estuvo desordenado, poco claro, nervioso y sin creatividad para resolver en los últimos metros. La ausencia de un juego preciso complotó contra la posibilidad de poder quebrar el cero en el arco de Armani.

En los minutos finales, Armani sacó un cabezazo al ángulo de Almendra y evitó el descuento. Su atajada cerró el partido y le dio un broche de oro al triunfo de River. Fue una foto del encuentro. River fue inteligente tácticamente y marcó en el momento justo. Boca se hundió en su impotencia y en su falta de precisión.

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