Aumentan la luz y el gas: cómo será la quita de subsidios
El Gobierno sumó nuevos criterios socioeconómicos para segmentar los subsidios de luz y gas. La modalidad es impulsada por el equipo vinculado al ministro de Economía, Martín Guzmán, para identificar qué hogares deben mantener o no las subvenciones. Según esta propuesta, el piso de ingreso para integrar el sector de mayor poder adquisitivo rondaría en torno a los $ 314.000 en marzo.
Así surge de un documento de la subsecretaría de Planeamiento Energético, a cargo de Santiago Lopez Osornio, un hombre de Guzmán dentro de la secretaría de Energía, encabezada por Darío Martínez. El economista de la Universidad de La Plata -como el ministro- avanzó en criterios “complementarios” a los del Ente Regulador de Energía Eléctrica (ENRE) y el CONICET.
El subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, y la titular del ENRE, Soledad Manín, habían elaborado mapas de segmentación a partir del valor de la vivienda en el AMBA. Sin embargo, por las dificultades para aplicarlo a nivel nacional, el trabajo sugería hacer que se hicieran análisis de la situación socioeconómica de los titulares del suministro, más allá de la geolocalización.
El alfil de Guzmán avanzó por ese carril y tomó como umbral para definir el segmento de alta capacidad de pago los ingresos superiores al valor de 3,5 Canastas Básicas Totales (CBT) -la canasta familiar de pobreza- para el caso de un hogar compuesto por cuatro integrantes (un varón de 35 años, una mujer de 31 años, una hija de 8 años y un hijo de 6 años). En marzo, según el INDEC, ese valor alcanzó los $ 314.000.
“Es decir, que recién a partir de ese nivel de ingresos se reduciría el nivel de subsidios de forma significativa”, señaló Planeamiento Energético. Y más adelante precisa que “aun así, la cantidad de CBTs analizadas como umbral se puede modificar en función de reducir los errores de inclusión en los segmentos de menores subsidios o incrementar el alcance de dicho segmento”.
Además, se consideró como titulares con alta capacidad de pago a aquellos que posean aviones o embarcaciones de lujo, posean 3 o más inmuebles registrados o posean 3 o más vehículos automotores de antigüedad de cinco años o menor.
“La propuesta del ENRE aplica al AMBA y no es extrapolable al resto del país, ese documento sugiere que haya un criterio complementario por nivel socioeconómico, con el ingreso y el patrimonio sí puede ser aplicado en el resto del país”, señalaron fuentes oficiales en la nota del diario Clarín.
En su documento, el área de Osornio muestra que el gasto en energía en relación al ingreso es mucho más alto para los hogares más pobres y que, a medida que crece el consumo por nivel de ingreso, también crece el monto de subsidios, lo que es calificado como un “sesgo pro-rico”. Guzmán lo planteó exactamente hace un año y agitó la interna con el kirchnerismo.
El análisis incluye un cálculo de los subsidios a los hogares según su ingreso y decil en 2021. En un recuadro se observa que los de mayor capacidad de pago, con un ingreso de $3,2 millones al año, recibieron subvenciones por la luz y el gas de casi $73.000 anuales, un promedio de $ 6.000 mensuales. El sector de menores ingresos -$ 206.180-, en tanto, recibió casi $ 45.000 anuales, un promedio de $ 3.700 por mes.
De esa manera, los subsidios representan el 2,2% de los ingresos del decil de mayores ingresos y el 21,5% de los de menores ingresos.
“El peso que estos subsidios tienen como porcentaje del ingreso total familiar sugiere que la eliminación de los subsidios en los deciles de altos ingresos no tendría un impacto significativo en el ingreso disponible en estos sectores”, señala Planeamiento.