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Pidieron prisión perpetua para los ocho acusados de matar a Fernando Báez Sosa

Este miércoles comenzó la lectura de los alegatos por el crimen de Fernando Báez Sosa, en la etapa final del juicio, que se lleva a cabo en la ciudad bonaerense de Dolores, y con el correspondiente pedido de condena para los ocho acusados.

Luego de proyectar un material audiovisual inédito, que contenía una edición sobre las imágenes ya emitidas de los hechos de violencia que llevaron a la muerte de Fernando, el equipo de abogados de la familia Báez Sosa finalizó su presentación. El alegato de la defensa de los acusados está programado para este jueves 26 de enero a las doce del mediodía.

El abogado Fernando Burlando pidió la condena perpetua para cada uno de los acusados: Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23).

Burlando pidió a la jueza “tener como agravante todas aquellas actitudes que tuvieron los acusados para tratar de eludir la acción de la justicia, para obstaculizar la investigación y para borrar para lo que todos nosotros es imborrable”

El pedido de la querella

Uno de los abogados de la familia Báez Sosa, Fabián Améndola, sostuvo que existen “circunstancias fácticas que pueden llegar a demostrar esta convergencia intencional que requiere la figura con el concurso premeditado” destacando que esa “es la esencia de esta convergencia intencional: Se pusieron de acuerdo para matar entre todos”

En ese sentido, manifestando que existieron “siete minutos de acecho”, entendió que existió una “coautoría funcional donde cada uno es responsable por la tarea común emprendida, y hace que la responsabilidad se reparta entre todos los intervinientes”

“Ni uno solo estuvo fuera de este acuerdo. Esto es tan sencillo de advertir porque los únicos que estuvieron afuera de ese acuerdo pero que formaban parte de ese grupo, son Guarino, Milanesi y Colazo”, añadió el abogado y reconoció que los tres señalados “aun estando en el lugar no comprometieron su presencia en las agresiones ni contra Fernando Báez Sosa ni contra quienes quisieron, de alguna manera, interponerse para que no se cometiera el homicidio”

No hubo un mensaje de ninguno de los acusados, ni tampoco una actitud posterior al hecho, que demuestre un atisbo de arrepentimiento de lo que hicieron”

En ese sentido, el abogado de la familia Báez Sosa apuntó contra Máximo Thomsen, que fue referenciado como “el líder, porque iba de frente y pegaba”. “Thomsen le pegó a Fernando patadas en la cabeza y en el pecho”, destacó Améndola entre las declaraciones, y subrayó que los testigos reconocieron “que en un momento no eran más patadas, sino que eran pisotones”

Contra los forenses

Améndola también apuntó contra los médicos forenses Juan José Fenoglio y Jorge Velich, que “vinieron acá a intentar sembrar una duda con respecto a los causales de muerte de Fernando Báez Sosa”. En ese sentido, criticó la afirmación de Fenoglio, quien manifestó que “la mayoría de las personas con traumatismo de cráneo no mueren en el lugar de hecho y llegan con vida al hospital”. El abogado consideró que esa sentencia “tiene inserta una trampa” porque Fernando tuvo “un traumatismo de cráneo grave, producto de las múltiples y violentas patadas recibidas en la cabeza”

En contrapartida, reconoció el trabajo del forense Diego Duarte, que “vino acá a decir la verdad, que es mucho más fácil que intentar encubrir”. Además, recordó que, al preguntársele si la hemorragia interna de la víctima tuvo correlación con las agresiones, Juan José Fenoglio respondió: “No lo sé”. “Si un profesor de primer año de Medicina escucha esa respuesta le pone un cero”, señaló Facundo Améndola.

El abogado de la familia Báez Sosa también se refirió a las declaraciones de los padres de los acusados durante el juicio: “Vinieron acá a contar lo que les pasaba a ellos. Ninguno sintió empatía por los padres de la verdadera víctima de este juicio, que es Fernando Báez Sosa. Ninguno dijo que su hijo es inocente tampoco. Solamente se limitaron a contar los padecimientos que este hecho les había traído”.

Para finalizar, recalcó el testimonio del padre de un acusado, quien declaró que el juicio pretendía “curar el dolor con más dolor”. “Acá venimos a curar dolor con justicia. Justicia por Fernando Báez Sosa, a quien le arrebataron la vida a la salida de un boliche al que había ido a divertirse estando de vacaciones”, concluyó.

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