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La Cámara Alta aprobó la ley Lucio y Alcohol Cero en rutas nacionales

Tras la polémica suscitada tras una fuerte discusión entre oficialismo y oposición, el Senado sesiona este jueves por primera vez en los últimos cinco meses con un temario consensuado.

Con la presencia de la familia Dupuy en el recinto, la Cámara Alta aprobó por unanimidad la Ley Lucio, la normativa que busca prevenir la violación de derechos de los niños y adolescentes.

También fue sancionada la ley de Alcohol Cero, con 48 votos afirmativos y 9 en contra. Se trata de la iniciativa que prohíbe a los ciudadanos manejar vehículos en rutas nacionales con más de cero miligramos de alcohol en sangre.

Además, se aprobaron los pliegos de los jueces designados para Santa Fe y Córdoba; la iniciativa para ampliar el Programa de Cardiopatías Congénitas; la renovación automática del Certificado Único de Discapacidad y el reconocimiento de la lengua de señas argentina, entre otros proyectos.

Cristina Kirchner presidió la sesión durante los primeros 45 minutos, luego se retiró y le dejó su lugar a Claudia Ledesma Abdala, la presidenta provisional de la Cámara Alta. A minutos de votarse la normativa inspirada en la trágica muerte de Lucio Dupuy, la titular del Senado regresó y volvió a encabezar la sesión.

Presenció también la aprobación del reconocimiento de la lengua de señas argentina como idioma viso gestual y se retiró nuevamente, quedando a cargo Ledesma Abdala. Durante el tratamiento de varios proyectos presidió Carolina Losada -como vicepresidenta de la Cámara Alta-. La vicepresidenta se hizo presente otra vez para la votación de la ley de Alcohol Cero y después dejó el recinto.

Tras cinco meses frenado, vuelve a sesionar el Senado

La grieta en la política argentina no da tregua y menos aún en un año electoral. El Congreso de la Nación no escapa a esta situación, más bien lo contrario, es un fiel reflejo de los enfrentamientos entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio. A tal punto que hacen muy complejo el normal funcionamiento del Poder Legislativo. Y la peor parte se la lleva la Cámara alta: el Senado no sesionaba desde hace casi 5 meses.

El último intento de sesionar terminó en escándalo, luego de que una discusión por el reglamento derivara en el abandono del recinto por parte de Juntos por el Cambio, dejando la sesión inconclusa. La intolerancia política dejó truncos este y otros proyectos que se aprestaban a aprobar en un temario acordado previamente.

Ante este panorama, los días previos al fin de semana largo por Semana Santa tuvieron como objetivo bajar los decibeles de los enfrentamientos. La acción estuvo lejos de micrófonos y flashes, con la misión de destrabar la situación y volver a sesionar con normalidad. Y hubo un principio de acuerdo, al menos en los papeles: oposición y oficialismo presentaron un pedido formal para sesionar el mismo día, a la misma hora.

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