Trump despidió a la fiscal general que cuestionó su decreto migratorio
El presidente echó a Sally Yates por haber ordenado a todos sus subordinados que no defendieran en los tribunales el veto del magnate a refugiados e inmigrantes.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, despidió a la hasta ahora fiscal general en funciones, Sally Yates, por haber ordenado a todos sus subordinados que no defendieran en los tribunales el veto del magnate a refugiados e inmigrantes.
Yates era una sobreviviente de la era del ex presidente Barack Obama que seguía en el cargo a la espera de que el Senado confirme al nominado de Trump para la Fiscalía General, el senador republicano Jeff Sessions.
Todo empezó cuando la fiscal general envío una carta a todos los fiscales del Departamento de Justicia filtrada por los principales medios de comunicación del país en la que decía no estar “convencida” de que la orden ejecutiva firmada el viernes por Trump para luchar contra el terrorismo yihadista fuese “legal”.
“Soy responsable de velar porque las posiciones que tomamos en los tribunales sean consistentes con la solemne obligación de esta institución de buscar la justicia y defender lo que es correcto”, afirmó en la misiva la fiscal general en funciones.
“En este momento, no estoy convencida de que la defensa de la orden ejecutiva sea consecuente con estas responsabilidades ni estoy convencida de que la orden ejecutiva sea legal”, agregó, según reproduce la agencia EFE.
Por eso, Yates ordenó a los abogados del Departamento de Justicia que no defiendan la orden ejecutiva en las demandas interpuestas en su contra en Virginia, Nueva York, Massachusetts, el estado de Washington y California, como mínimo.
Como es habitual, el magnate tardó poco en pronunciarse a través de Twitter sobre la decisión de Yates, aunque pareció resignado a esperar a Sessions: “Los demócratas están retrasando mis nominados para el Gabinete por razones puramente políticas. No tienen nada más que hacer sino obstruir. Ahora tengo una fiscal general de Obama”.
Pero horas después el magnate optó por despedir a Yates, a la que acusó de haber “traicionado” al Departamento de Justicia con su decisión y a la que llamó “débil” en lo que a seguridad fronteriza se refiere y “muy débil” frente a la inmigración ilegal.
“Ha llegado el momento de ponernos serios para proteger a nuestro país. Imponer un escrutinio más duro a individuos que viajan desde siete países peligrosos no es extremo. Es algo razonable y necesario para proteger a nuestro país”, agregó en un comunicado la Casa Blanca.
Trump también relevó de su cargo al director en funciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés), la agencia responsable de las deportaciones, Daniel Ragsdale, aunque en este caso no especificó los motivos y se desconoce si los despidos están relacionados.
La nueva fiscal general en funciones mientras el Senado no confirma a Sessions es Dana Boente, hasta ahora fiscal para el distrito este del estado de Virginia y que se mostró “honrada” de trabajar para la Administración Trump.